El Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas de España (CNOO) advierte que el 25% de los conductores padece alguna deficiencia visual. De ellos, la mitad no revisa su visión cada año. Se trata de un dato significativo porque el 90% de las decisiones al volante dependen de la visión.
En este sentido, el CNOO recomienda hacerse una revisión, al menos, una vez al año. De este modo, se puede mantener una buena calidad visual para reforzar la capacidad de respuesta al volante y evitar posibles accidentes en carretera.
¿Por qué es importante hacerse una revisión?
Durante la conducción existen factores visuales que resultan fundamentales, como la agudeza y un buen campo visual. Otros igual de relevantes son la resistencia al deslumbramiento y la adaptación de los ojos a la oscuridad. «Aparte de una evaluación de nuestros ojos, es necesario también protegerlos del sol”, explica el decano del CNOO, Eduardo Morán.
Para ello, los ópticos-optometristas aconsejan utilizar gafas de sol homologadas, que ayudarían a evitar problemas como la fatiga visual y los deslumbramientos. Estas “incrementan la sensibilidad al contraste y reducen el tiempo de adaptación a cambios bruscos de luz, ofreciendo mayor seguridad a la hora de conducir”, añade Morán.
Otros factores que aumentan el riesgo de sufrir accidentes
La noche es uno de los que más influyen. La agudeza visual en visión nocturna se reduce un 70%, mientras que el sentido de la profundidad es siete veces menos eficaz a estas horas. Ante esto, resulta conveniente vigilar con atención la capacidad de los ojos, ya que es posible desarrollar algún tipo de deficiencia visual con el paso de los años.
Asimismo, la velocidad también tiene un papel importante en la conducción porque, a medida que aumenta, el ángulo de visibilidad de las personas disminuye.
Los jóvenes, los más reacios a someterse a una revisión
Uno de cada cuatro españoles de entre 18 y 30 años nunca se ha realizado un examen visual, ni siquiera antes de ponerse al volante. Esto supone que cerca de 5 millones de jóvenes de esta franja de edad circulan por carretera sin saber si sufren cualquier deficiencia visual que deba ser compensada para poder conducir de forma más segura.
Esto, según el CNOO, implica un importante peligro para la seguridad vial, ya que conducir es una acción que, si no se realiza en plenas facultades, puede poner en riesgo la vida del conductor y de otras personas, por lo que resulta fundamental encontrarse en perfectas condiciones físicas y psicológicas.
El CNOO anima a realizar una revisión inmediata en el momento de sufrir síntomas como dificultad en la visión nítida en la distancia lejana o desenfoque de la escena. Este último suele producirse con baja luminosidad, donde la percepción del color no existe o decrece y se reduce el campo visual, dando lugar a un fenómeno que se conoce como miopía nocturna.