La pandemia del coronavirus está poniendo en riesgo la prevención y el tratamiento del glaucoma, la principal cauda de ceguera en el mundo, según se desprende de una encuesta realizada por el Grupo Oftalvist a oftalmólogos de toda España, presentada con motivo del Día Mundial de la enfermedad que se celebra hoy.
En esta patología el diagnóstico precoz y el seguimiento son fundamentales. Sin embargo, hasta un 80% de los oftalmólogos consultados considera que las consultas para revisión rutinaria de la vista, que ayudan a prevenir y detectar el glaucoma, se han reducido en el último año.
“La reducción de estas revisiones nos preocupa a los especialistas porque el glaucoma es la principal causa de ceguera irreversible en el mundo. La vista que vayamos perdiendo no la vamos a recuperar. Pese a ello, acudiendo a visitas oftalmológicas de rutina es posible detectar el glaucoma a tiempo y evitar que se produzca esa ceguera en el paciente”, afirma el Dr. Pedro Tañá, director médico de Oftalvist,
Según el 78% de los oftalmólogos, también han disminuido las visitas de pacientes con glaucoma ya diagnosticado para su seguimiento y control, así como las intervenciones para tratarlo, sean con láser o quirúrgicas. Los motivos que apuntan son mayoritariamente dos: el miedo al contagio de coronavirus (50%) y la priorización al tratamiento de otros trastornos de salud (39%).
Con respecto al tratamiento farmacológico que conlleva el glaucoma aparte de las intervenciones, el 71% de los oftalmólogos encuestados considera que la adherencia al mismo se ha mantenido. El 24%, sin embargo, piensa que ha empeorado y tan solo un 5% cree que ha mejorado.
Glaucoma: qué es y síntomas
El glaucoma es en realidad una enfermedad del sistema central. Se trata de una lesión compleja y degenerativa del nervio óptico provocada principalmente por un aumento de la presión intraocular. Esta presión es la fuerza que el humor acuoso (líquido situado en el interior del globo ocular) ejerce sobre el ojo.
En palabras del Dr. Tañá, “se estima que el glaucoma afecta a un millón de personas en nuestro país, de las cuales la mitad lo desconoce. Esto se debe a que el 90% de los casos corresponden al glaucoma de ángulo abierto, asintomático y solo detectable a través de una revisión oftalmológica rutinaria. De ahí la importancia de estas revisiones”. En sus fases más avanzadas, es cuando síntomas como la visión borrosa, dolor ocular o de cabeza o náuseas aparecen.
Al ser imperceptible por el paciente, la enfermedad avanza provocando una lenta pérdida de visión, inicialmente periférica. Por este motivo, a esta lesión se la conoce también con el nombre de “la ceguera silenciosa”, ya que provoca una pérdida gradual e irreversible de la visión.
El glaucoma puede aparecer en cualquier persona y edad, pero principalmente en mayores de 60 años, personas con antecedentes familiares, pacientes con miopía o hipermetropía y diabéticos. Aunque actualmente el glaucoma no tiene cura, existen diferentes líneas de abordaje que permiten frenar el avance de la enfermedad y, por tanto, evitan la pérdida progresiva de visión.