La salud bucodental es un aspecto crítico de nuestra salud general que, lamentablemente, a menudo se pasa por alto. Según un informe reciente de la Federación Europea de Periodoncia (EFP), los costes asociados con la atención y prevención de enfermedades bucodentales, como caries y periodontitis, alcanzan cifras astronómicas a nivel global y resulta urgente un enfoque integrado para combatirlo.
El coste global de las enfermedades bucodentales
La atención a las enfermedades bucodentales no es solo una cuestión de salud; es también un asunto de enorme impacto económico. Con un gasto anual cercano a los 350 millones de euros, estas enfermedades representan el 4.9% del gasto sanitario mundial.
Además, las pérdidas de productividad relacionadas con estas afecciones se estiman en unos 175 mil millones de euros anuales. Estas cifras son un llamado a la acción para los responsables de políticas de salud y los profesionales del sector, subrayando la importancia de invertir en prevención y atención.
La carga de las enfermedades bucodentales
Las enfermedades bucodentales representan una carga significativa para la sociedad, no solo en términos económicos sino también en calidad de vida. Afectando a casi la mitad de la población mundial, estas condiciones superan en prevalencia a muchas otras enfermedades no transmisibles.
La caries dental, por ejemplo, impacta a más de dos mil millones de personas globalmente, mientras que las enfermedades graves de las encías afectan a más de mil millones. Este panorama destaca la necesidad crítica de adoptar estrategias preventivas y de tratamiento eficaces para mejorar la salud bucal y, por ende, la salud general de las poblaciones.
Un enfoque integrado para mejorar la salud bucodental
El estudio de la EFP propone un enfoque combinado que no solo aborde las enfermedades bucodentales directamente sino también sus factores de riesgo comunes, como la dieta inadecuada, el uso de tabaco y el consumo excesivo de alcohol.
Este enfoque integrado ofrece una oportunidad transformadora para mitigar no solo las enfermedades bucodentales, que muchas pueden ser contagiosas, sino también otras enfermedades no transmisibles relacionadas, como la diabetes, las enfermedades cardíacas, el cáncer y los accidentes cerebrovasculares.
Hacia una mayor inversión en la salud bucodental
Nicola West, secretaria general de la EFP, enfatiza la necesidad de que los responsables políticos y financieros «pongan su dinero donde está su boca» para abordar las desigualdades en la salud bucal. Las enfermedades bucales han superado en prevalencia a todas las demás enfermedades no transmisibles, y sin embargo, son en su mayoría prevenibles. La EFP insta a una mayor inversión en medidas preventivas y en la promoción de políticas de salud pública alineadas con las prácticas clínicas para combatir este desafío global.
En conclusión, la atención a la salud bucodental es una inversión en la salud general y el bienestar económico de la sociedad. Al adoptar un enfoque integrado y aumentar la inversión en prevención y tratamiento, podemos hacer frente a este desafío de manera efectiva, mejorando la calidad de vida de millones de personas en todo el mundo.