Un fibroadenoma de mama es un tumor de tipo benigno que suele aparecer en el pecho y siendo común entre mujeres de menos de 30 años. Suele ser un nódulo duro que no causa dolor y puede llegar a tener unas dimensiones de hasta 3 centímetros de diámetro. Durante la menstruación o el embarazo, y a causa del incremento de la producción de hormonas, suele acentuarse su tamaño.
Así, y aunque no tiene una causa particular, el fibroadenoma mamario se relaciona con la sensibilidad a los estrógenos, además de tener más riesgo de desarrollar aquellas mujeres que comienzan a tomar anticonceptivos antes de los 20 años.
¿Cuáles son los síntomas del fibroadenoma de mama?
La principal evidencia de un fibroadenoma de mama es la aparición de un nódulo de forma redondeada, cierta dureza y sin que se aprecie dolor o sensación de incomodidad.
Dada su consistencia y forma, el nódulo puede apreciarse en un autoexamen, si bien es conveniente consultarlo con nuestro ginecólogo para confirmar que realmente sea un fibroadenoma mamario y descartar que estemos ante un cáncer de mama. Otros síntomas menos frecuentes son molestias en el pecho unos días antes de tener la regla.
A la hora de hacernos una exploración mamaria hemos de considerar que existen varios tipos de fibroadenoma mamario:
- Un fibroadenoma de mama de menos de 3 centímetros de diámetro y con un solo tipo de célula se considera un fibroadenoma simple
- Un nódulo complejo tendrá varios tipos de células, representando un riesgo ligeramente mayor de que se desarrolle un cáncer de pecho.
- Los fibroadenomas mamarios se consideran gigantes si tienen un diámetro de más de 5 centímetros de tamaño.
¿Cuál es el tratamiento de un fibroadenoma de mama?
Aunque puedas consultarlo también con un ginecólogo, el especialista que suele realizar el diagnóstico de un fibroadenoma es un mastólogo o especialista en el tratamiento de patologías mamarias.
El mastólogo efectuará una mamografía y una ecografía mamaria para refrendar el diagnóstico, además de medir las dimensione del nódulo con precisión.
Por lo que respecta al tratamiento de un fibroadenoma mamario también será el mastólogo quién señale el tratamiento a seguir. Un tratamiento que suele consistir en un seguimiento anual para vigilar las variaciones que pueda experimentar el nódulo. Así, mediante mamografías y ecografías se puede constatar si el nódulo ha crecido, se mantiene o si puede llegar a desaparecer por sí solo.
Por otra parte, si el especialista aprecia que existe algún tipo de anormalidad, éste puede aconsejar su extirpación quirúrgica. Una operación que se lleva a cabo con anestesia local o general en función del tipo de fibroadenoma y su localización.
Posibles complicaciones de un fibroadenoma de mama
Los especialistas señalan como los fibradenomas de mama no suelen ir acompañados de complicaciones, siendo minoritarios, por debajo del 0,1%, los casos que se tornan cancerosos. Sea como fuere, sí que en la exploración mamaria pueden plantarse dudas sobre el carácter del nódulo, esto es, si es un fibroadenoma de mama o un nódulo cancerígeno.
De esta manera, el cáncer y el fibroadenoma de mama no tienen relación entre sí, ya que el fibroadenoma suele ser de carácter benigno, siendo los fibroade-nomas complejos los únicos que presentan alguna probabilidad de desarrollar un cáncer de mama.
La mejor herramienta para detectar tanto un fibroadenoma como un posible cáncer es la autoexploración mamaria. Una costumbre sencilla y útil para controlar de manera regular los cambios y alteraciones que puedan aparecer en los senos. Unos cambios que habremos de consultar con el médico para que nos derive al especialista y salir de dudas.