El miedo al agua o hidrofobia es un tipo de fobia que acompaña a la sociedad desde el inicio de los tiempos. Este tipo de fobia constituye un elemento muy limitante en la vida de las personas que la sufren, puesto que el agua es un elemento esencial en la vida de los seres humanos. Cuando se tiene esta fobia el sujeto puede sufrir ataques de pánico, ansiedad y puede ser una situación muy difícil para su vida.
Causas de la hidrofobia
Algunas fobias suelen ser irracionales, es decir, el sujeto que experimenta una fobia jamás ha tenido un suceso traumático o ningún contacto con el objeto fóbico. Sin embargo otras fobias pueden tener origen racional y éstas son estas las que son más difíciles de superar.
Cuando la hidrofobia es de origen racional, la causa normalmente suele ser un trauma sufrido en un tiempo pasado, una sensación de ahogamiento o de quedarse sin aire puede ser el origen de tal fobia. En estos casos es necesario indagar en los recuerdos de la persona y profundizar en su memoria para encontrar el origen del miedo.
La hidrofobia también puede tener un origen irracional y ésta se produce por aprendizaje vicario. Es decir, los niños normalmente aprenden e imitan las conductas paternas por lo que si un padre o una madre experimenta fobia al agua, el niño puede imitar dicho miedo.
Por lo general, cuanta menos edad tiene el paciente al que se le ha diagnosticado la hidrofobia, más rápida va a ser su recuperación ya que el cerebro es mucho más moldeable a edades más tempranas.
Cómo vencer el miedo al agua
En psicología, según la vertiente conductista, para poder superar las fobias lo mejor que se puede hacer es enfrentarse a ellas. Los tratamientos para superar la hidrofobia pueden ser variados y según la corriente psicológica que elijas para ello lo harás de una manera o de otra.
Se puede comenzar con una aproximación gradual al agua, aunque no sin antes hacer una jerarquía de ansiedad. Ésta consiste en nombrar situaciones en relación con la hidrofobia y calificarlas con un número según la ansiedad que producen a la persona. Una vez dispuestos todas estas situaciones, se comenzará a trabajar con los elementos que generan menos ansiedad de la jerarquía y se irá avanzando poco a poco hasta poder afrontar los elementos que más ansiedad causan. Para que una situación se dé por superada y se pueda pasar a la siguiente situación de la jerarquía, el nivel de ansiedad debe de ser 0.
Ejercicios para superar la hidrofobia
Estos ejercicios siempre se harán siguiendo una aproximación gradual, es decir, enfrentarse poco a poco a las situaciones que generan ansiedad en el agua.
- Ejercicio de habituación
En este primer ejercicio nuestro objetivo es habituarnos a estar en el agua, por ello vamos a comenzar sentándonos en el borde de la piscina sumergiendo únicamente las piernas. Una vez que ya nos hemos habituado a la sensación de tener las piernas en remojo nos agarraremos a la escalera de la piscina e iremos poco a poco bajando a la parte de la piscina que es poco profunda. De manera gradual vamos a ir introduciendo los brazos y finalmente la cabeza. Este ejercicio es una manera de familiarizarse con el agua y comprender que en ese momento no hay nada que temer.
- Ejercicio de seguridad
En este ejercicio nuestra finalidad será sentirnos seguros y conseguir autocontrol estando en el agua, para ello vamos a aprender a flotar. Comenzaremos flotando en una piscina pequeña, en la que podamos hacer pie, después flotaremos en una piscina más grande y finalmente en el mar.
- Ejercicio de conocimiento
Para superar la hidrofobia un muy buen ejercicio será aprender a nadar. Con la ayuda de un entrenador que te enseñará las técnicas de natación adecuadas, aprender a nadar se convertirá en el escudo y en el paso final para vencer la fobia al agua.