Probablemente alguna vez has experimentado una sensación de adormecimiento u hormigueo en las manos. En ocasiones se debe a la presión continuada que dificulta la circulación, por ejemplo, cuando nos dormimos sobre la mano o nos apoyamos sobre ella durante un tiempo.
No obstante, cuando esta sensación se repite a menudo o durante periodos de tiempo largos, debemos prestar atención. Y es que el hormigueo en las manos puede ser síntoma de un problema de salud grave.
¿Qué origina el hormigueo en las manos?
Estas son las principales causas que pueden esconderse detrás del hormigueo en las manos.
- Compresión nerviosa: cuando se presiona un nervio este puede producir una alteración en la sensibilidad de alguna zona del cuerpo. De este modo, es común que compresiones nerviosas como las que producen el síndrome del túnel carpiano (nervio mediano) o del canal de Guyón (nervio cubital) den lugar a esa sensación de hormigueo. Algo similar puede suceder en los casos de hernia discal.
- Quiste sinovial: se trata de un nódulo que contiene líquido sinovial (el mismo que se encuentra en las articulaciones) y que, al acumularse, puede terminar por presionar un nervio. De esta manera, genera esa sensación de adormecimiento y hormigueo en la mano.
- Problemas circulatorios: hay ocasiones en los que el hormigueo va acompañado de cambios en el color de la piel. Esto significa que probablemente existe un problema circulatorio, ya sea en la contracción y dilatación de los vasos sanguíneos o por la acumulación de placas de aterosclerosis. Si se da este caso, es muy importante ponerlo en conocimiento de nuestro médico, ya que estos problemas circulatorios se asocian a posteriores accidentes cerebrovasculares.
- Déficit de vitaminas: esta sensación también puede estar relacionada con una carencia nutricional. Y es que el déficit de algunas vitaminas, como la B6, B9 o la B12, puede tener como consecuencia el hormigueo en las manos.
- Migrañas: para algunas personas, las migrañas van precedidas de otros síntomas como el aura visual, alteraciones en la visión o el hormigueo en las extremidades.
- Diabetes: esta enfermedad metabólica puede afectar a los nervios periféricos, de manera que se vea alterada la sensibilidad en los miembros. Esto se da especialmente cuando la diabetes no está tratada o bien controlada.
- Síndrome de Guillain-Barré: esta enfermedad autoinmune se caracteriza por la inflamación de los nervios, de manera que afecta a la sensibilidad. En el caso de que sintamos un hormigueo o falta de sensibilidad que comienza en las extremidades y se extiende por el cuerpo, debemos consultarlo con un especialista, ya que puede ser un síntoma de esta enfermedad.
- Infarto o angina de pecho: algunas personas experimentan dolor y hormigueo en el brazo izquierdo justo antes de un infarto o una angina de pecho. Aunque puede ser un indicador, es importante tener en cuenta que en otras personas se presentan con otros síntomas.
- Esclerosis múltiple: se trata también de una enfermedad autoinmune que va deteriorando las células nerviosas del cerebro y la médula espinal. De esta manera, suele producir pérdida de fuerza, hormigueo e incluso sensación de quemazón. Si experimentamos estos síntomas, debemos consultarlo con profesional que pueda evaluar si realmente estamos ante esta enfermedad.
- Ansiedad: un ataque de ansiedad también puede ir acompañado de síntomas físicos como dolor en el pecho, náuseas o el hormigueo en manos y pies. En este caso, deberemos consultar nuestra situación con un psicólogo o psiquiatra que pueda evaluar la causa de estos ataques de ansiedad.
Como vemos, algunas de las causas del hormigueo en las manos o los pies puede tener relación con patologías graves. Por ello, debemos prestar atención a la frecuencia e intensidad del hormigueo, así como a otros síntomas que lo acompañen.