El cáncer de mama es uno de los más comunes en las mujeres. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), hasta 2,2 millones de casos se llegan a diagnosticar en un año.
De hecho, una de cada doce enfermará, siendo una estadística que demuestra la necesidad de buscar soluciones para diagnosticar y detectar este cáncer cuanto antes. Para tener un conocimiento más preciso sobre las medidas de atención al paciente, es preciso conocer cuáles son las diferencias entre mamografía y ecografía de mama. Aquí te lo contamos.
¿Qué es una mamografía?
La mamografía consiste en la obtención de una imagen de la glándula mamaria a través de rayos X. Para ello, se necesita un aparato denominado mamógrafo. Este recurso es muy interesante para que los médicos puedan tener una visión interna de la mama y comprobar, así, cualquier alteración o enfermedad que se pueda producir.
Respecto al cáncer, la mamografía permite observar los posibles signos que indiquen el desarrollo de un tumor. Se convierte en una buena herramienta para detectar las etapas iniciales, incluso con una precocidad de hasta tres años. De este modo, se puede predecir y confirmar un previsible diagnóstico.
¿Qué es una ecografía mamaria?
Una ecografía mamaría consiste en una prueba de imagen no invasiva con la que, básicamente, se pueden detectar tumores que se encuentren en la glándula mamaria.
¿Cuál es su funcionamiento? Trabaja a partir de ultrasonidos con el fin de obtener un diagnóstico y, de nuevo, lograr un conocimiento más preciso sobre el problema ocasionado por la enfermedad.
Diferencias entre mamografía y ecografía mamaria
Una de las mayores diferencias entre ambos procedimientos es que la mamografía utiliza rayos X; por tanto, se está haciendo uso de radiación. En cambio, la ecografía mamaria se convierte en una buena alternativa para chequear el interior de las mamas, algo muy interesante para mujeres jóvenes y embarazadas.
De esta manera, se puede hacer una exploración de los senos a través de la ecografía, algo positivo al no generar riesgos para la salud, según la Sociedad Española de Senología y Patología Mamaria.
A su vez, hay que señalar que la sonografía que proporciona la ecografía detecta lesiones o tumores de manera directa. Se consigue extraer una concepción detallada del problema existente y, a partir de ahí, se certifica la existencia de un tumor, algo que la propia mamografía no distingue. No obstante, esto no quiere decir que sea menos efectiva, ya que también proporciona información veraz sobre los pechos para hacer una detección precoz del cáncer.
Respecto al proceso de realización, la mamografía destaca por hacer una presión intensa sobre los senos, algo que puede generar cierto dolor y otras molestias en la paciente. Sin embargo, la ecografía utiliza el ultrasonido para que se eviten posibles dolores.
Otro factor a tener en cuenta es que la mamografía puede detectar las microcalcificaciones, algo que llega a indicar, prácticamente, los indicios de cáncer de mama; en cambio, la ecografía tiene más difícil llegar a realizar esta detección.
En definitiva, hemos podido comprobar cuáles son las diferencias entre mamografía y ecografía mamaria. Cualquiera de las dos opciones puede ser buena para la obtención de información a la hora de hacer un diagnóstico. El objetivo es que se tenga un conocimiento claro y preciso de las posibles alteraciones que se hayan detectado y, a partir de ahí, detectar con precocidad el cáncer.
Por tanto, el médico especialista decide si debe hacerse uso de las mamografías o ecografías mamarias según el estado de la persona, además de realizar los pertinentes análisis que ofrezcan más información, pasos elementales para lograr el diagnóstico completo según la Sociedad Española de Oncología Quirúrgica.
