En verano nuestros ojos son más sensibles debido a las situaciones ambientales adversas a las que están expuestos como playas, piscinas, aires acondicionados, mayor incidencia de radiación solar…, lo que provoca la aparición de alteraciones severas como por ejemplo, el orzuelo.
Y aunque los orzuelos no suponen un problema médico de gran envergadura ni tampoco afectan a la visión, sí que suelen ser molestos y antiestéticos, por lo que nuestro deseo será que desaparezca lo antes posible.
A continuación te contaremos qué es un orzuelo, por qué se produce y qué podemos hacer para prevenir su aparición.
¿Qué es un orzuelo?
El orzuelo es una tumoración infecciosa bacteriana circunscrita, aguda y dolorosa de una glándula palpebral. Estos aparecen en la zona de los párpados como una pequeña lesión nodular, dolorosa a la palpación y acompañada de un edema. Además, en muchos casos, presenta secreción mucopurulenta.
Existen dos tipos, los orzuelos internos y los externos.
- Internos: los orzuelos internos, también conocidos como Chalacium, son los que afectan a las glándulas de Meibonio, que se encuentran detrás de las pestañas, provocando la inflamación de las mismas. Aunque normalmente no presentan complicaciones, en algunos casos se pueden llegar a enquistar, por lo que es necesaria una intervención quirúrgica. Es por ello que, en el caso de su aparición, se acuda inmediatamente al médico. En este tipo de casos la región adquiere un tono rojizo con una mácula amarilla sobre ella en la zona interna del párpado. Incluso, la piel situada alrededor de la inflamación puede también adoptar una tonalidad rojiza.
- Externos: los orzuelos externos son aquellos que afectan a las glándulas sebáceas de las pestañas, conocidas como Zeiss. En este caso, notaremos un nódulo duro y muy doloroso al tacto, que incluso podemos ver un pequeño puntito blanco, similar a un grano o espinilla.
¿Cuáles son los principales síntomas de un orzuelo?
- Sensación arenosa dentro del ojo.
- Fotosensibilidad, es decir, sensibilidad a la luz y rayos del sol.
- Molestias al parpadear.
- Pupila roja.
- Sensación de picor, hormigueo, escozor o dolor en el ojo.
- Lagrimeo.
- Inflamación de los párpados.
- Legañas y pus alrededor de los ojos, sobre todo, al levantarnos por la mañana.
¿Cómo prevenir su aparición?
La primera recomendación para evitar la aparición de un orzuelo es mantener una buena higiene y evitar tocarse o frotarse los ojos con las manos sucias. Lavarse las manos con frecuencia, reducirá la presencia de microorganismos que después pueden pasar a nuestros ojos.
Por otro lado, es necesario retirar debidamente el maquillaje u otros cosméticos de los ojos antes de irnos a dormir, utilizando un producto adecuado para ello. Además, se recomienda no compartir objetos de uso personal como toallas, gafas, maquillaje, cremas…, con otras personas.
Asimismo, si usas lentillas, es muy importante lavarnos bien las manos antes de manipularlas, y seguir siempre los consejos de nuestro oftalmólogo para desinfectarlas. De igual manera, no deben utilizarse durante demasiadas horas al día y evitar su uso también en playas o piscinas. Si esto último no fuera posible, se recomienda utilizar gafas de buceo durante el baño o el nado.
¿Qué hacer si aparece un orzuelo?
Si te sale un orzuelo, lo primero que debes hacer es visitar a tu médico especialista, quien estudiará el tipo de orzuelo, y en función de su estado, te diagnosticará un tratamiento u otro. Dependiendo del caso, el médico podrá recetarte antiinflamatorios o analgésicos para reducir el dolor y la inflamación, así como tratamiento de calor con masaje varias veces al día para favorecer el drenaje.
En algunos casos, y para evitar una sobreinfección sobre la zona ya afectada, es probable que el especialista recomiendo el uso de pomadas.
Mientras el orzuelo esté presente, deberás evitar el uso de maquillaje, ya que podría retrasar el proceso de curación e irritar aún más los ojos. En cuanto a las lentes de contacto y para evitar la propagación de la infección, deberá utilizar gafas hasta que el orzuelo haya desaparecido por completo.
Para reducir la inflamación y ayudar a promover el drenaje, si prefieres no masajear la zona afectada, puedes utilizar una compresa/gasa o una bolsa de té caliente, y colocarla sobre el ojo cuando el agua esté tibia.
