Un estudio reciente ha demostrado que seguir una dieta mediterránea hipocalórica y aumentar la actividad física retrasa la pérdida de masa muscular asociada a la edad. Además, también reduce la grasa total y visceral.
La composición corporal, o distribución de masa grasa y muscular en el cuerpo, parecen ser clave para el desarrollo de enfermedades crónicas asociadas a la obesidad. En concreto, el exceso de grasa visceral y la pérdida de masa muscular se han asociado con un mayor riesgo de enfermedades metabólicas, cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.
Así fue el estudio
La mayoría de estudios realizados hasta ahora enfocados a la pérdida de peso y a mejorar las alteraciones metabólicas asociadas a la obesidad abdominal se habían centrado en evaluar su efecto sobre el peso corporal, y no tanto en los diferentes compartimentos del peso, utilizando mediciones directas de la composición corporal mediante técnicas de imagen.
Por eso, el objetivo de este trabajo fue evaluar los efectos que una intervención en el estilo de vida enfocada a la pérdida de peso podría tener sobre los cambios en la composición corporal general y de diferentes regiones del cuerpo a los participantes del estudio PREDIMED-PLUS después de tres años de seguimiento.
El estudio se realizó en 1.521 adultos mayores, hombres y mujeres españoles de 55 a 75 años, con exceso de peso y síndrome metabólico. A estos pacientes se les realizaron mediciones de composición corporal mediante una técnica llamada absorciometría de rayos X de energía dual, un método considerado entre los mejores para evaluar la composición corporal en investigación.
El papel de una dieta mediterránea hipocalórica
«Los resultados demuestran que combinar un plan dietético basado en la dieta mediterránea tradicional con restricción calórica y aumento de la actividad física puede revertir en parte los cambios en la composición corporal asociados a edad en adultos mayores con sobrepeso». Así lo afirma Jadwiga Konieczna, primera firmante del artículo. Por su parte, Dora Romaguera, investigadora principal y Jordi Salas-Salvadó, coordinador del estudio PREDIMED-Plus, destacan que “dada la relevancia metabólica de la grasa visceral y la masa magra, los beneficios de este tipo de intervención en el estilo de vida podrían beneficiar a las personas mayores a la hora de prevenir la pérdida de masa muscular asociada a la edad, especialmente si deben reducir su peso”.
El equipo investigador considera «muy prometedores» los resultados obtenidos para establecer nuevas guías clínicas o de promoción de la salud pública. «Gracias al seguimiento continuado de los participantes de este estudio con los años podremos confirmar si los cambios ocurridos en la composición corporal se asocian a mejoras metabólicas y de salud a largo plazo«, afirman.