El 22 de noviembre se celebró el Día del Sarcoma de Ewing, un tipo de cáncer óseo infantil. Este cáncer se caracteriza por la aparición de tumores en los huesos. Da igual la parte del cuerpo o si es el tejido blando que los rodea.
El sarcoma de Ewing se puede encontrar en los huesos de las piernas, los brazos, los pies, las manos, la pared torácica, la pelvis, la columna vertebral o el cráneo. También es posible que el sarcoma de Ewing se encuentre en el tejido blando del tronco, los brazos, las piernas, la cabeza, el cuello, la parte posterior del abdomen u otras áreas.
En España, aproximadamente 1.200 niños son diagnosticados de esta enfermedad cada año. Una cifra que resulta sorprendente ya que muchas veces se suele confundir con problemas traumatológicos. Además, es considerada como una enfermedad rara.
Síntomas del Sarcoma de Ewing
Aparecen golpes y contusiones, además de molestias por el crecimiento de los huesos. Los síntomas más frecuentes son hinchazón y dolor cerca del tumor. Si estos persisten y se acompañan de otros síntomas como falta de apetito y cansancio, saltan las alarmas.
Además, un síntoma que hará sospechar a una madre será la presencia de masas, blandas y calientes, en los brazos, piernas, pecho o pelvis. Esto viene acompañado de fiebre y en alguna ocasión, el hueso se quiebra.
Los médicos en ese momento deberán solicitar una resonancia magnética con urgencia para detectar o descartar el cáncer. Además, se deberá realizar una biopsia. El problema principal de esta enfermedad es su confusión con traumatismo, por lo que el diagnóstico es tardío.
La importancia de la investigación
Tanto para esta enfermedad como para otras, es fundamental más investigación sobre esta, para que los médicos tengan más información al respecto y puedan derivar a los niños a especialistas que realicen un diagnóstico precoz para salvar vidas.
Por otro lado, uno de los objetivos principales será el descubrir nuevos tratamientos más efectivos y menos agresivos para la salud de los niños.
Sin embargo, antes de cualquier tratamiento, el pronóstico debe ser seguro y depende de diversos factores:
- La diseminación del tumor
- Si el cáncer ha crecido en el hueso o en tejido blando
- Si hay huesos rotos
- El tamaño del tumor
Tratamiento
Una vez determinados estos factores, que son los principales, se inicia el tratamiento que tiene como objetivo extirpar por completo el tumor mediante cirugía y una vez realizada, se inicia la quimioterapia o radioterapia en función del estadio en el que esté.
Los tratamientos intensivos necesarios para controlar el Sarcoma de Ewing pueden causar efectos secundarios sustanciales, tanto a corto como a largo plazo. Por ello, es importante realizar un seguimiento anual posterior a la recuperación para evaluar el estado del paciente en todo momento.