Introducir el marisco dentro la dieta de los bebés suele ser algo que cuesta a todas las madres y padres. Esto puede deberse a que la información sobre cuando introducir este tipo de alimentos en las comidas de los más jóvenes de la casa tiende a ser limitada.
El marisco es un alimento que, aunque pueda tener unos valores nutricionales muy altos, puede ser muy alérgico. Por ello, causa miedo el hecho de prepararlo para los más pequeños, por las posibles consecuencias.
Cuando introducir el marisco en la dieta de los bebés
Por lo general, cuando los bebés llegan a la edad de los nueves meses, se suele introducir en la dietas los pescados, sobre todo los blancos, los purés de verduras y demás alimentos. Normalmente, después de este proceso de introducción de alimentos, el cual acabo cuando el bebé alcanza la edad de los dos años, se introduce el marisco, en todas sus variedades.
La realidad, los bebés tienen la posibilidad de comer marisco desde que cumplen los 6 meses sin que esto suponga ninguna preocupación. Según la AAP (Academia Americana de Pediatría), el hecho de retrasar que los bebés consuman ciertos alimentos no asegurará que estos no sean alérgicos a los mismos.
Beneficios del consumo de marisco en bebés
Los pediatras de la AAP recalcan la importancia de que los bebés consuman marisco. El marisco es una fuente grande de:
- Proteínas
- Vitaminas
- Minerales
- Grasas saludables
El consumo de marisco da un aporte nutricional que resulta esencial para el desarrollo del cerebro, la vista y el sistema nervioso de un bebé. Dados estos valores nutricionales, desde la AAP se recomienda hasta dos raciones semanales de pescado o marisco, eso sí, siempre variando la cantidad teniendo en cuenta la edad del bebé.
Qué marisco gusta más a los bebés
Los niños, suelen tener mayor devoción por dos tipos de marisco, estos son los langostinos y las gambas. Esto se debe a que se comen con mayor facilidad que otros mariscos, tienen una carne limpia y sabrosa, pero recuerda, hay que ofrecerlos al bebé pelado, así se evitarán posibles problemas.
El cangrejo, las almejas, o los mejillones, por el contrario, no suelen tener tanto éxito entre los bebés. La presentación de estos no es tan “apetecible” y su carne tiende a no ser tan jugosa como la de los langostinos o las gambas.
Con todo ello, es recomendable que antes de tomar una decisión e introducir el marisco en la dieta de tu hijo o hija, acudas a tu pediatra para que te ofrezca recomendaciones más ajustadas a la vida de tu bebé.