Dormir correctamente nos ayuda a desempañar numerosas funciones fisiológicas, por lo que debemos tener en cuenta que es algo esencial para el buen funcionamiento de nuestro organismo. Durante las horas de sueño, el cerebro se aísla, hecho vital para que este órgano funcione correctamente. Por ello es importante dedicar unas horas al descanso.
Además, cuando dormimos algunos de nuestros canales sensoriales se desconectan ya que necesitan de esta función para después poder desarrollarnos correctamente.
Para evitar problemas en este proceso debemos evitar el abuso de bebidas estimulantes como el café o aquellas que contienen altos niveles de cafeína, así como los dispositivos electrónicos en el tiempo previo a acostarnos ya que interfieren en el ritmo circadiano de vigilia y sueño.
Teorías para explicar la importancia del sueño
El sueño es una necesidad fisiológica más a la que hay que darle la importancia que corresponde. Para explicarlo existen distintas teorías. Una de ellas se centra en dar descanso a nuestro organismo. Durante el sueño recargamos energía y reducimos el consumo de alimentos, por lo que se produce un periodo de restauración fisiológica, neurológica y psicológica. De esta forma le permitimos a nuestro organismo restablecerse para segregar hormonas especiales y reducir la producción de serotonina y norepinefrina, sustancias que transmiten impulsos nerviosos a nuestro cerebro.
Otra de estas teorías se centra en la necesidad del sueño para consolidar nuestra memoria, conocimientos y habilidades. Durante el descanso, se dice que perfeccionamos y asimilamos mejor las habilidades que hemos desarrollado durante el día.
Por último, hay una teoría que se centra en la importancia de dormir para reparar nuestro cerebro, único momento del día en que desconecta. Mientras que otros órganos y tejidos se reconstituyen mientras estamos despiertos, en períodos de descanso o baja actividad, el cerebro necesita dormir para compensar su funcionamiento.
¿Cuántas horas hay que dormir?
Las horas necesarias para el descanso varían en función de muchos factores como la edad o la situación personal de cada uno, pero según diversos estudios se considera necesario dormir una media de 7-8 horas diarias. Además, y aunque varíen nuestras necesidades, es importante seguir una serie de rutinas en lo que al sueño se refiere para que este sea de mayor calidad.
No seguir estas pautas puede provocar numerosos trastornos del sueño, entre los que destaca el insomnio. Las personas que lo padecen son incapaces de conciliar el sueño de manera correcta y suficiente, lo que provoca consecuencias en su salud.
En este sentido, hay que tener en cuenta que existen numerosos factores que influyen en la calidad del sueño, como pueden ser la temperatura de la habitación o los hábitos de higiene.
Por ello, existen una serie de consejos para ayudarte en ese proceso previo al descanso que pueden influir considerablemente en la calidad del sueño. Por ejemplo, una correcta higiene previa al descanso o un baño caliente ayudarán a conciliar mejor este momento.
Otro factor importante es la habitación y los elementos que la componen: evitar acumulación de objetos, una temperatura media entre los 16 y 20 grados, ropa de cama de algodón o pijama cómodo. La cama es, sin duda, lo más importante ya que debemos elegir un colchón y almohada apropiados.
Por último, es importante mantener horarios fijos de acostarse y levantarse, incluso los fines de semana, para no alterar nuestros ritmos de sueño.