Efectos del confinamiento en las embarazadas

La pandemia ha afectado a la población en general, pero resulta muy interesante analizar los efectos del confinamiento en las embarazadas para ver cuáles pueden ser las repercusiones en los recién nacidos

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Efectos del confinamiento en embarazadas
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Durante el confinamiento, los episodios de estrés, ansiedad y depresión comenzaron a llamar a la puerta de numerosos hogares. La salud mental se ha visto muy afectada por la pandemia y, hasta ahora solo se había estudiado el efecto en la población general.

Ahora, un estudio del Hospital Universitario Vall d’Hebron y su instituto de investigación (VHIR) ha demostrado que el confinamiento ha tenido un impacto muy negativo, más que en otros caso, en las embarazadas. En este estudio participaron un total de 204 mujeres embarazadas en el periodo comprendido entre el 27 de marzo y el 4 de mayo de 2020.

¿Cuáles han sido los efectos en las gestantes?

Después de responder un cuestionario durante la primera ola de la pandemia, los expertos e investigadores llegaron a varias conclusiones. Una de ellas es que uno de los efectos más importantes del confinamiento sobre las embarazadas fue la depresión (38% de las mujeres) y ansiedad (59%).

Según los expertos, estos efectos que se manifiestan en el corto plazo, pueden tener consecuencias en el futuro cuando la embarazada de a luz. Este es el caso de los efectos sobre la depresión posparto, que se ve incrementada en gran medida. Esto conlleva un descuido de la alimentación y de la salud y puede llegar a afectar a la lactancia materna e incluso el cuidado del bebé.

Respecto al estilo de vida de las mujeres embarazadas, la reducción de la actividad física general y el mayor número de horas sentadas han sido los efectos más acusados después de los psicológicos. El hecho de no poder moverse ha fomentado un sedentarismo que ha afectado a la calidad de vida de la gestante.

Un estudio destacó la reducción en un 30% de la actividad física moderada y de un 60% en el tiempo destinado a caminar. Para las embarazadas, realizar al menos 150 minutos de ejercicio moderado a lo largo de la semana es fundamental para mantenerse saludable. Según este estudio, de media se practicaron unos 68 minutos, muy por debajo de lo recomendable.

Por tanto, este cambio de rutinas junto con el confinamiento, ha generado más episodios de ansiedad y miedo al contagio entre las embarazadas, afectando a su calidad de vida. Aunque la mujer haya tenido en cuenta cómo cuidarse durante el embarazo, lo ha tenido mucho más difícil por el confinamiento. Esto ha sido peor, sobre todo, si la mujer se encontraba en el primer o segundo trimestre del embarazo por el riesgo de complicaciones.

Otros efectos del confinamiento en las embarazadas y que muchas veces se pierden de vista son la incertidumbre, los problemas económicos, la irritabilidad, malestar o nerviosismo e incluso la dificultad de conciliar el sueño. El miedo a sufrir una infección por covid-19 o el riesgo de contagiarse ha sido otro de los efectos del confinamiento por la pandemia. El bebé siente lo que la madre siente y por ello resulta fundamental comenzar a aprender cómo controlar posibles sentimientos y emociones para así evitar una repercusión de los efectos en el niño.

¿Qué se puede hacer para evitar los efectos de otro posible confinamiento en las embarazadas?

Conocer la posibilidad de sufrir estrés o ansiedad es un primer paso para ponerse manos a la obra a trabajar y así evitar ser atacadas por sorpresa. Lo fundamental es cuidar de la nueva vida que se está gestando en el interior y, por ello, existen formas de evitar los efectos del confinamiento en las embarazadas.

Diversos estudios han relacionado todos los efectos de la pandemia con pequeños prematuros y otras complicaciones durante el parto. Así pues, deben tomarse medidas para evitar problemas futuros.

Una de las mayores recomendaciones es ponerse en manos de un especialista, un psicólogo para trabajar el bienestar emocional ya que es un pilar fundamental, tanto durante el parto como durante el posparto. El no apoyo social se relacionó con el desarrollo de ansiedad y depresión, por lo que buscar un apoyo adecuado fue clave para muchas embarazadas. Así mismo, el bienestar físico es fundamental, por lo que, si es necesario acudir a entrenadores incluso vídeos de internet, hazlo.

Además de pedir ayuda, existen algunos consejos para aliviar el nerviosismo, el estrés o la ansiedad:

  • Estar en movimiento el máximo tiempo posible.
  • Confiar en los profesionales que realizan el seguimiento del embarazo.
  • Buscar momentos de desconexión evitando noticias de la pandemia.
  • Realizar ejercicios de respiración para tranquilizar el cuerpo.

En definitiva, el objetivo es cuidarse el máximo posible para cuidar al bebé durante el embarazo y evitar así los efectos físicos y psicológicos del confinamiento. 

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