El ácido fólico, también conocido como vitamina B9, juega un papel crucial en la prevención de defectos del tubo neural (DTN) en los bebés, especialmente durante las primeras semanas de gestación. Estudios científicos han demostrado que la ingesta diaria de 400 microgramos de ácido fólico antes y durante las primeras etapas del embarazo puede reducir significativamente la incidencia de estos defectos, que afectan el desarrollo del cerebro y la médula espinal del feto.
¿Qué son los defectos del tubo neural?
Los defectos del tubo neural son malformaciones congénitas que ocurren en las primeras etapas del embarazo, cuando el tubo neural, la estructura primitiva que forma el cerebro y la columna vertebral, no se cierra correctamente. Entre los más comunes están la espina bífida, que puede causar discapacidad física, y la anencefalia, una condición grave que impide el desarrollo adecuado del cerebro y, generalmente, resulta en la muerte del recién nacido.
Se estima que, a nivel mundial, alrededor de 300.000 bebés nacen cada año con defectos del tubo neural. Sin embargo, investigaciones han demostrado que la ingesta adecuada de ácido fólico antes de la concepción y durante las primeras semanas de embarazo podría prevenir hasta el 70% de estos casos.
La importancia del ácido fólico antes y durante el embarazo
El ácido fólico es una vitamina esencial para el desarrollo celular y la formación de ADN, y es especialmente importante durante el embarazo, ya que contribuye al crecimiento saludable del feto. A pesar de que muchas mujeres obtienen ácido fólico a través de su dieta, especialmente de alimentos como las espinacas, el brócoli, los cereales fortificados, el hígado y las lentejas, no siempre es suficiente para cubrir las necesidades diarias recomendadas.
Por esta razón, los expertos en salud aconsejan que todas las mujeres en edad fértil, especialmente aquellas que planean un embarazo, consuman 400 microgramos de ácido fólico al día a través de suplementos. Esto es crucial porque, en muchos casos, el embarazo no se detecta hasta varias semanas después de la concepción, un período en el que el tubo neural del feto ya ha comenzado a desarrollarse.
Suplementación de ácido fólico: una medida de prevención clave
La suplementación diaria con ácido fólico ha sido reconocida por las principales organizaciones de salud, como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), como una medida esencial para prevenir los defectos del tubo neural. En muchos países, la fortificación obligatoria de ciertos alimentos con esta vitamina, como el pan y los cereales, también ha sido implementada como una estrategia efectiva para reducir la incidencia de estos defectos.
No obstante, a pesar de los esfuerzos por promover la suplementación de ácido fólico, aún existen muchas mujeres que no cumplen con la recomendación de consumir 400 microgramos al día. Esto puede deberse a la falta de conocimiento sobre la importancia de esta vitamina o a la falta de acceso a suplementos adecuados.
¿Quiénes deben tomar ácido fólico?
Cualquier mujer en edad fértil, independientemente de si está planificando un embarazo o no, debería considerar la ingesta diaria de ácido fólico. Esto se debe a que los defectos del tubo neural suelen ocurrir muy temprano en el embarazo, a menudo antes de que una mujer sepa que está embarazada.
Además, las mujeres que han tenido un embarazo anterior con un defecto del tubo neural tienen un mayor riesgo de que vuelva a suceder en futuros embarazos. En estos casos, los médicos pueden recomendar una dosis mayor, generalmente 4 miligramos (4,000 microgramos) diarios, desde al menos un mes antes de intentar concebir y durante los primeros meses de gestación.
Ácido fólico en la dieta diaria
Si bien los suplementos de ácido fólico son una manera eficaz de asegurarse de alcanzar los niveles recomendados, también es posible aumentar la ingesta de esta vitamina mediante una dieta equilibrada. Los alimentos ricos en esta vitamina incluyen:
- Hortalizas de hoja verde como las espinacas, el brócoli y los espárragos.
- Legumbres como las lentejas, los garbanzos y los frijoles.
- Frutas cítricas como naranjas y fresas.
- Cereales y pan fortificados.
- Hígado y otros productos animales.
Sin embargo, a pesar de llevar una dieta rica en estos alimentos, puede ser difícil alcanzar la dosis diaria recomendada únicamente a través de la alimentación, por lo que los suplementos de ácido fólico siguen siendo una recomendación prioritaria, especialmente para mujeres en edad fértil.
