La última semana de septiembre, del 20 al 26 se celebra la Semana Internacional de las Personas Sordas. Todos los años desde 1958 se celebra con el objetivo de promover la inclusión dentro de la sociedad de personas con problemas auditivos y sordera crónica. Además de concienciar a los ciudadanos sobre la realidad que viven estas personas, su forma de interactuar con el entorno y la importancia que tiene la detección temprana de trastornos auditivos en los niños recién nacidos.
En muchos casos, la pérdida auditiva se debe a un problema congénito, pero en muchos otros se deriva de causas evitables. La exposición inadecuada al ruido, la contaminación acústica o infecciones, son algunas de las causas de pérdida auditiva que pueden prevenirse.
Existen varios tipos de pérdida auditiva como la pérdida auditiva conductiva, la pérdida auditiva neurosensorial, la pérdida de audición relacionada con la edad y el sistema auditivo, etc. Muchos personas con pérdida auditiva tienen dificultad para oír las ondas sonoras o ruido de fondo y esa exposición a ruidos daña el oído interno y el canal auditivo provocando los diferentes tipos de pérdida.
Actualmente hay más de 360 millones de personas en todo el mundo que sufren problemas que afectan a su audición. Gran parte de estos podían haberlo evitado tomando una serie de precauciones. Esta es una de las enfermedades más comunes del oído y es importante conocer las causas y cómo prevenirlo para reducir el numero de personas sordas.
Consejos para prevenir la pérdida auditiva
Éstas son algunas prácticas que pueden ayudar a prevenir la pérdida auditiva, así como los cuidados necesarios para el bienestar del oído.
- Evita ruidos ambientales muy altos. Los ruidos estridentes como la contaminación acústica afectan gravemente a la audición. Lo mejor es alejarse de estos núcleos donde el ruido es muy fuerte y desagradable. Los ruidos de obras de construcción, los coches, espacios públicos abarrotados o fábricas son algunos ejemplos.
- Si utilizas auriculares vigila el sonido. Muchas veces, dado el ruido externo, tendemos a subir el volumen de la música para que, a través de los auriculares, solo escuchemos eso. Esto es un grave error. Es importante no abusar de los mismos. No utilizarlos durante largos periodos de tiempo ni con un volumen demasiado alto. La preocupación por la pérdida auditiva debido a esta causa es cada vez mayor y se recomienda no utilizarlos con frecuencia. En el caso de tener que utilizarlos, lo mejor es utilizar unos de buena calidad y cumplir la regla de los 60, es decir, no más de 60 decibelios durante más de 60 minutos.
- Controlar el volumen de los dispositivos. Cada vez tenemos a nuestra disposición más aparatos electrónicos tales como smartphones, tabletas, televisores, etc. Subir demasiado el volumen de los mismos, además de estropear el dispositivo, puede afectar a la audición en un largo plazo. Se recomienda revisar la ficha técnica de cada dispositivo para ver el volumen indicado en cada caso.
- Evita utilizar bastoncillos. La higiene auditiva no pasa por el uso de hisopos o bastoncillos. Esto empeora la audición ya que se empuja el cerumen y se taponan los oídos. Es importante limpiar los oídos, pero basta con lavarlo en la ducha y luego secarlo con una toalla.
- En línea con lo comentado, es importante mantener el oído seco. Esto evitará infecciones por hongos que pueden favorecer la pérdida auditiva.
- Si sufres una infección, trátala adecuadamente. Esta es una de las mayores causas de pérdida de audición. Las gripes o los resfriados taponan los oídos y perjudican la salud auditiva. Es importante la higiene y la revisión auditiva una vez superes la enfermedad.
- Revisiones anuales. La audición es como la vista, que se va perdiendo. Por ello, es importante realizar seguimientos de la misma para así evaluar su estado.
- El viento es un gran enemigo. Puede provocar zumbidos que afectan al tímpano y en definitiva generan una pérdida auditiva.