El oído es uno de nuestros órganos más importantes, ya que con él nos relacionamos constantemente con el medio que nos rodea. Los sonidos que nos encontramos en nuestro día a día son vibraciones que se extienden por el aire. Al llegar a nuestros oídos, estos transforman estas vibraciones en impulsos nerviosos que son enviados a nuestro cerebro. Por otra parte, el oído desarrolla otra función muy importante en el organismo, que es la de controlar el equilibrio.
Sin embargo, el oído es un órgano muy delicado, el cual tiene una susceptibilidad alta a sufrir distintas patologías. Aunque estas patologías sean leves, pueden llegar a provocar problemas de audición e incluso una pérdida de la misma.
Aquí veremos algunas de las enfermedades más comunes del oído, y explicaremos sus síntomas y tratamientos.
Otitis externa
La otitis externa es posiblemente la enfermedad del oído más común de todas. Esta produce una inflamación en la parte más externa del oído. Por lo general, la causa de este trastorno es una infección por bacterias o por hongos del conducto auditivo.
Lo más normal es que se produzca cuando nadamos en aguas que están contaminadas por bacterias o hongos, y que al sumergirnos en el agua, este agua entre a nuestro oídos. Los síntomas más comunes son los siguientes:
- Dolor de oído
- Enrojecimiento
- Hinchazón de los ganglios linfáticos
- Fiebre
El tratamiento de esta patología consiste en aplicar gotas con antibiótico en el oído afectado. Normalmente, se aplican durante una semana y la infección se elimina.
Enfermedad de ménière
Este trastorno causa problemas en el oído interno y se produce por una acumulación de líquido dentro del mismo. Todavía las causas son un misterio, y no se sabe con certeza cuales son las razones de que esto suceda.
Los síntomas característicos de esta patología son los siguientes:
- Vértigos
- Mareos
- Pérdida de audición
- Taponamiento
- Zumbidos en los oídos
Actualmente, esta enfermedad no tiene cura. Aun así los tratamientos que se utilizan reducen la gravedad de los síntomas previamente mostrados.
Neuritis vestibular
La neuritis vestibular es una enfermedad en la que el nervio vestibular se inflama. Este nervio se encuentra en la parte interna del oído y es el encargado de controlar el equilibrio.
La causa de esta patología es la infección de un virus. Los síntomas más comunes son:
- Vértigos que tienden a durar entre 7 y 10 días
- Naúseas
- Vómitos
- Sacudidas rápidas de los ojos
Como esta enfermedad es causada por la infección de un virus, es imposible de tratar con la aplicación de antibióticos. Por ello, su tratamiento consiste en aplicar líquidos intravenosos con los que aliviar los distintos síntomas, sobretodo el del vértigo.
Presbiacuasia
La presbiacusia es una enfermedad en la que la audición se va perdiendo gradualmente. Esta es una enfermedad muy común cuando la persona envejece. Hasta un tercio de las personas en edades superiores a los 65 años sufren pérdidas de audición.
Las causa más común de esta enfermedad es el envejecimiento. Aun así, el estilo de vida que haya llevado una persona puede influir mucho para adelantar esta enfermedad. Aunque la pérdida auditiva nunca llega a ser total, los síntomas de esta patología son:
- Problemas en la captación de sonidos leves
- Dificultad de mantener una conversación
Además, los daños que produce esta enfermedad son irreversibles. El tratamiento para esta enfermedad es la aplicación de audífonos los cuales amplifican los sonidos que una persona capta.
Tinnitus
Esta patología está caracterizada por la percepción de ruidos o zumbidos en el oído. Afecta más o menos al 20% de la población, por lo que podríamos decir que es una enfermedad común. Las causas de esta enfermedad varían mucho. No obstante, se relaciona esta patología a otros trastornos del oído interno.
El síntoma principal es que la persona que lo sufre escucha ruidos o zumbidos sin que haya ningún tipo de sonido a su alrededor. No se trata de una enfermedad grave, pero si que puede causar molestias para desarrollar una vida normal.
El tratamiento de esta enfermedad es solucionar aquello que haya provocado la enfermedad. Un ejemplo de esto podría ser eliminar los tapones de cera. Sin embargo, si esto no fuera posible, se recomienda el uso de dispositivos que inhiban los sonidos.