Probablemente en algún momento te has despertado repentinamente a causa de un dolor intenso provocado por los calambres musculares. A pesar del dolor que pueden provocar, los calambres musculares no son graves, ni preocupantes. Sin embargo, en ciertos casos sí que es conveniente acudir a un especialista ya que pueden ser indicio de una patología subyacente no diagnosticada.
¿Qué son los calambres musculares?
Los calambres musculares son contracciones o espasmos que se producen de forma repentina e involuntaria. Estas contracciones se pueden producir en uno o varios músculos del cuerpo. La duración de estos episodios suele ser muy corta, por lo general, segundos o escasos minutos.
Habitualmente, los músculos afectados son los situados en las piernas, principalmente, en la zona de la pantorrilla. Aunque también es posible sufrir espasmos musculares en las manos, brazos, abdomen o caja torácica.
Su principal síntoma es el dolor o molestia que se manifiesta de forma intensa y repentina. En ocasiones, también es posible que los calambres musculares además de dolor, provoquen la presencia de un bulto.
¿Son preocupantes los calambres musculares?
Los calambres musculares por si solos no presentan gravedad ya que no requieren de tratamiento para que desaparezcan. Por lo general, se producen a causa de un trabajo excesivo de la musculatura, deshidratación, estar sometido a tensión muscular o mantener la misma postura durante un tiempo prolongado. También pueden ser provocados como consecuencia de procesos asistenciales, entre ellos, tratamientos como los diuréticos propios de la hipertensión arterial o estar sometido a sesiones de diálisis.
Por lo general no requieren de asistencia médica, pero en caso de que se produzcan ciertos condicionantes sí que es necesario acudir a un especialista médico:
- Los calambres se presentan con excesiva frecuencia.
- Dolor excesivamente intenso.
- Hinchazón.
- Cambios en la piel de la zona afectada.
- Se producen sin causa aparente.
Si se presentan estos signos, es posible que los calambres musculares sean signos de patologías como:
- Arterioesclerosis de las extremidades, es decir, estrechamiento de las arterias que favorecen la circulación de sangre en las piernas.
- Estenosis lumbar. Los calambres musculares también pueden confundirse con el dolor propio de la comprensión de los nervios.
- Déficit de potasio, calcio o magnesio.
Factores de riesgo y prevención
Los dolores musculares pueden afectar a cualquier persona, aunque su presencia en más frecuente según:
- Edad. A medida que nos hacemos mayores, sufrimos también una pérdida de la masa muscular. Esto provoca que se aumente el esfuerzo al que se somete el musculo restante.
- Deshidratación. La practica de ejercicio físico de intensidad en temperaturas altas y sin la hidratación adecuada puede provocar la presencia de estos espasmos musculares.
- Embarazo.
- Sobrepeso.
- Atletas profesionales.
- Patologías como la diabetes o trastornos tipo de la tiroides también pueden provocar calambres musculares.
Para prevenir la aparición de estos problemas musculares se recomienda:
- Beber agua todos los días. La ingesta de agua viene determinada por factores tales como edad, actividad física, clima o estado de salud. La toma de ciertos medicamentos también pueden favorecer la deshidratación.
- Calentamiento muscular antes y después de la actividad física o previo al descanso. Hacer ejercicios sencillos como caminar o bicicleta ayuda a prevenir la aparición de episodios relacionados con los calambres musculares.