Sentir dolor cuando se mantienen relaciones sexuales es un problema bastante frecuente que puede desencadenar en consecuencias negativas para la pareja. La sensación de incomodidad y dolor durante el coito suele producirse en la vulva u otras zonas alrededor de la apertura de la vagina. Las molestias también pueden aparecer en la parte baja de la espalda, la zona pélvica e, incluso, el útero y la vejiga.
Según los estudios, 3 de cada 4 mujeres sexualmente activas han sentido dolor alguna vez durante sus relaciones. Estas molestias son la tercera causa de consulta en ginecología, pero no por ello se trata de una sensación normal.
Esta situación provoca que la mujer pierda sus ganas y apetito sexual y esto le afecte a nivel emocional. Por eso, detectar cuanto antes su origen para tratarlo y solucionarlo puede evitar que derive en problemas sentimentales, frustración y baja autoestima, llegando incluso a generar miedos e inseguridades que afecten a nuestra calidad de vida.
Es importante consultar con el especialista para que pueda valorar la situación, realizar una exploración y determinar el problema que causa el dolor, de forma que pueda tratarse adecuadamente.
Diversas causas de un mismo problema
Existen diversas causas que provocan estos dolores y molestias en distinto grado, y cada uno de ellos conlleva un tratamiento diferente. Algunas de estas causas son pasajeras, pero otras se pueden cronificar y necesitan una solución lo antes posible.
En primer lugar, podemos hablar de infecciones en esta zona. Si se trata de una infección es importante, además, mantener cierta abstinencia para evitar contagiar a nuestra pareja y que el problema se agrave. En este grupo podemos destacar la cistitis, una inflamación de la vejiga a causa de una bacteria. Ésta produce deseo continuo de orinar y ardor vaginal.
En segundo lugar, puede tratarse de problemas cutáneos que produzcan este dolor o lesiones que se hayan producido durante el coito. En este caso hay que tratar el problema cuanto antes y tener cuidado con los productos que usamos para la zona vaginal.
Otro de estos problemas se puede producir por la realización de una episiotomía tras un parto. En este sentido, los especialistas recomiendan realizar terapias físicas, prescripción de medicamentos y, en los casos más graves, la realización de una cirugía.
Respecto a alteraciones en la flora, podemos hablar de la sequedad vaginal que puede producirse a cualquier edad. Este problema aparece por la disminución de los niveles de estrógenos, generando un descenso de la lubricación vaginal, irritación y ardor durante las relaciones.
Causas más importantes que requieren tratamiento
Además de las causas que hemos comentado puede haber desencadenantes más graves como la endometriosis, la vaginitis o el vaginismo.
La endometriosis es una enfermedad en la que se produce un crecimiento anormal del tejido que recubre el útero y que se expande a zonas como los ovarios, las trompas de Falopio o el suelo pélvico, produciendo dolor de distinto nivel.
Esta dolencia afecta a más de dos millones de mujeres en edad fértil en España. Sus síntomas son muy diversos, produciendo reglas muy dolorosas, molestias al orinar o defecar, malestar gastrointestinal y dolor durante las relaciones sexuales.
En estos casos, el especialista debe valorar cada caso de manera personalizada y diseñar un tratamiento adecuado a las circunstancias de cada paciente.
Otra causa puede ser la vaginitis, una inflamación de la vagina producida por una infección fúngica o bacteriana. Una de sus manifestaciones se centra en la producción de mayor cantidad de flujo y el ardor vaginal.
Por último, el vaginismo es otra de las causas que puede producir dolor durante el coito. Se trata de la contracción involuntaria de los músculos perivaginales, lo que dificulta la penetración. Se trata de una de las principales causas de sentir dolor tras mantener relaciones sexuales y puede ser síntoma de la presencia de cicatrices o tumores en el interior de la vagina.
En cualquier caso, lo más importante es acudir al ginecólogo para que valore el caso y pueda dar un diagnóstico y tratamiento adecuados.