Violencia obstétrica: ¿Cómo mejorar la experiencia del parto?

Dar a luz es uno de los momentos más bonitos para la mujer y la violencia obstétrica en algunos casos ha hecho que muchas experiencias sean negativas

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Violencia Obstétrica

En España en 2019 se registraron un total de 360.317 partos según los últimos datos de Statista. Este número ha ido descendiendo con el paso de los años a pesar de que las técnicas son cada vez mejores. Sin embargo, todavía hay mujeres que no disfrutan todo lo que deberían de su parto.

Las mujeres tienen unas necesidades emocionales durante el parto y muchas veces, esa experiencia se torna negativa por una serie de motivos a los que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha decidido denominar violencia obstétrica. El objetivo con esta denominación y de sus esfuerzos por disminuir el número de casos es el de reclamar un parto más respetuoso con la mujer y el niño.

¿Cómo definir la violencia obstétrica?

La OMS acuño el termino en 2014 ya que se demostró que muchas mujeres sufrían un trato irrespetuoso y abusivo durante el parto. El maltrato físico, la humillación o la negativa a administrar medicamentos para el dolor son solo algunas de las acciones que se incluyen bajo el paraguas de este término.

De una u otra forma, se pone en peligro el derecho a la vida del niño y la integridad de la mujer. En definitiva, los derechos humanos de ambos se ven afectados, tanto los derechos sexuales y reproductivos como los individuales. Por tanto, la OMS, mediante una declaración, exigió una mayor acción y una mejora del diálogo con la mujer para mejorar la relación médico-paciente y así conseguir un mayor respecto y cuidado hacia el parto de la mujer.

¿Cuáles son las causas de un parto poco respetuoso con la mujer y el niño?

No existe un consenso global acerca de la violencia obstétrica en España, pero el Observatorio de Violencia Obstétrica de España ha puesto el foco en el desconocimiento a nivel nacional de las necesidades de una madre, tanto durante el cuidado del embarazo, como durante el parto.

Un reciente estudio publicado en la revista International Journal of Environmental Research and Public Health ha revelado las deficiencias del sistema sanitario en esta materia. Los resultados han mostrado que “el 38,3 % de las madres percibió haber sufrido violencia obstétrica; el 44,4 % percibió que se habían sometido a procedimientos innecesarios o dolorosos, de los cuales el 83,4 % no fueron aceptados en un consentimiento informado

Por tanto, para determinar las causas de un parto poco respetuoso es necesario que los especialistas o profesionales comprendan en profundidad el término. Algunas de las causas que llevan a algunos profesionales a ejercer la violencia obstétrica son:

  1. La falta de formación o de habilidades de los profesionales
  2. Un trauma no resuelto con partos anteriores
  3. El Síndrome de Burnout que hace que se comporten de manera más deshumanizada

Una vez identificadas las causas, será muchos más fácil comenzar a buscar soluciones para mejorar la experiencia de la mujer en el parto y que sean cada vez menos los partos con malas experiencias.

¿Y cuál es la postura de los ginecólogos respecto a la violencia obstétrica?

Muchos profesionales comienzan a estar preocupados por esta práctica ya que se responsabiliza en definitiva a todo el gremio. María Teulón González, jefa de Servicio de Ginecología y Obstetricia en el Hospital Universitario de Fuenlabrada afirma que su intención es “hacer el trabajo lo mejor posible y que el resultado final sea que una madre tenga un recién nacido en las mejores condiciones”.

La doctora insiste en que muchas veces el parto se complica y no siempre es posible atender el plano físico y el emocional y, por tanto, se estaría incurriendo en un caso de violencia obstétrica. No obstante, la doctora Teulón asegura que muchas mujeres tienen una idea de parto idealizado y que la imagen nunca coincide con la realidad.

En los últimos meses, por ejemplo, en los que la pandemia del COVID-19 ha marcado el ritmo absoluto de cualquier intervención, los partos no han sido tan ideales como se planteaban, incurriendo por tanto en casos de violencia obstétrica. Lo único que necesitaron fue experiencia para poder lidiar con ambas situaciones, aunque muchos siguen considerándolo casos de este tipo de violencia al no poder estar presente el otro progenitor durante el parto.  

¿Qué se puede hacer para mejorar el trato de la mujer y el niño durante el parto?

Hoy en día son muchas las iniciativas que se están llevando a cabo para intentar que el parto y el trato a la mujer sea lo más respetuosa posible. Según la doctora, no se tiene ninguna intención de violar derechos de las mujeres y reconoce los esfuerzos de los profesionales para mejorar el trato. Sin embargo, desde la OMS se identifican otras vías para hacer de los partos algo menos intrusivo y más respetuoso hacia la mujer y el niño:

  • Mayor apoyo de gobiernos y socios de desarrollo para la investigación y acción sobre la falta de respeto y el abuso
  • Iniciar, apoyar y mantener programas diseñado para mejorar la calidad de atención de la salud materna, centrándose en el cuidado respetuoso como un elemento esencial o componente de la atención de calidad
  • Enfatizando los derechos de la mujer a una atención médica digna y respetuosa durante el embarazo y el parto
  • Generando datos relacionados con el respeto y prácticas de cuidado irrespetuosas
  • Involucrar a todas las partes interesadas, incluidas mujeres, en un esfuerzo por mejorar la calidad de la atención y eliminar la falta de respeto y el abuso practicas

En definitiva, son muchas las medidas que se pueden tomar para mejorar la experiencia, pero hay que tener en cuenta que, aunque las mujeres tienen derecho a decidir sobre su parto, es necesario entender que el parto es un procedimiento que implica riesgos y los profesionales siempre velarán por su seguridad antes que por el parto ideal.

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