Bruxismo diurno y nocturno: qué es y cómo tratarlo

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bruxismo diurno

El Colegio Oficial de Odontólogos y Estomatólogos de la Primera Región (COEM) define el bruxismo como un movimiento mandibular no funcional, de carácter voluntario o involuntario. Puede ocurrir tanto por el día como por la noche y se manifiesta mediante un apretamiento o rechinamiento de los dientes.

De acuerdo con el COEM, el 70% de la población de edad adulta en España sufre bruxismo, aunque muchos de los afectados no son conscientes, al producirse muy a menudo durante la noche.

Aunque todavía no está bien definido qué causa el bruxismo, se trata de un hábito que está muy relacionado con el estrés. De hecho, se considera que este es el principal factor desencadenante y que la intensidad del bruxismo depende en gran medida del nivel de estrés o ansiedad que se experimente. Además, el bruxismo nocturno suele estar relacionado con trastornos del sueño como ronquidos o interrupciones en la respiración (apnea del sueño).

Tipos de bruxismo

La Organización Colegial de Dentistas de España define dos tipos de bruxismo: diurno o nocturno, aunque ambos pueden tener síntomas similares: 

  • El bruxismo diurno está relacionado con estímulos externos de tipo psicosocial o ambiental.
  • El bruxismo nocturno se asocia a una disfunción central neuromotora y es un trastorno muscular que provoca movimientos mandibulares y el rechinamiento de los dientes durante las horas de sueño a través de un ritmo involuntario.

¿Cómo detectar el bruxismo?

Los principales signos indicativos del bruxismo son el dolor muscular, dolor en los dientes o dolor de cabeza. Si a menudo experimentas tensión o dolor en la mandíbula, puede que sea como consecuencia de apretar y rechinar los dientes.

Es fundamental permanecer atento a estos signos en periodos de mucho estrés, como exámenes o épocas con una elevada carga de trabajo, en los que es más habitual padecer bruxismo. 

¿Cómo se trata el bruxismo?

Existen unas recomendaciones generales destinadas a tratar el origen del problema: ayudar a controlar, reducir o eliminar el estrés.

No obstante, la solución para la progresión de los síntomas derivados del bruxismo suele pasar por una férula de descarga, especialmente en los casos de bruxismo nocturno. Se trata de un molde de plástico para la dentadura que, si bien permite apretar los dientes, ayuda a que la musculatura se relaje y evita el desgaste del esmalte, al impedir que los dientes choquen entre sí.

En palabras del Dr. Ramón Soto-Yarritu, expresidente del COEM, “a la hora de colocar una férula de descarga es importante tener en cuenta la salud general de la boca del paciente por lo que es imprescindible acudir al dentista. Una férula mal realizada o no adecuada para el paciente puede ocasionar problemas en la articulación, musculares, una mala oclusión e incluso agravar los síntomas del paciente. Es muy importante que tanto el material utilizado como el ajuste de la misma sea el adecuado”.

Otros tratamientos

En casos de bruxismo más avanzado, en los que existe un importante desgaste dental y una disminución de la dimensión vertical que afecta a la articulación tempo mandibular, se recomienda rehabilitar protésicamente las piezas dentales con el fin de recuperar la posición articular idónea.

Entre otras opciones más conservadoras, a veces se recomienda tomar fármacos analgésicos o antiinflamatorios, para ayudar a disminuir la inflamación y las molestias propias de esta patología.

A menudo, además, se aconseja acudir a un fisioterapeuta, con el que trabajar movimientos terapéuticos dirigidos a proteger y recuperar la función de las estructuras móviles.

Por último, existen una serie de medidas dirigidas a modificar el estilo de vida que pueden ayudar a tratar el bruxismo. Los ejercicios de corrección postural y unos hábitos alimenticios adecuados, así como evitar una vida sedentaria y practicar actividades físicas, con frecuencia son recomendables en todos los casos de bruxismo.

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