Aunque la anemia se suele deber, principalmente, a una deficiencia de hierro, existen distintos tipos de anemia. Las causas que la originan pueden ser múltiples y, por ello, es fundamental conocer exactamente qué la produce y las características de cada anemia para poder tratarla correctamente.
Características principales de la anemia
La anemia es una enfermedad que se caracteriza por la disminución de la cantidad de glóbulos rojos en sangre, en relación a los valores normales. A través de la hemoglobina, una proteína que da el color rojizo, los glóbulos rojos transporten el oxígeno a los tejidos.
Los glóbulos rojos sanos duran entre 90 y 120 días. Para producirlos, el organismo necesita vitaminas, nutrientes y minerales, deficiencias en estos aspectos puede provocar que no se generen los suficientes y desarrollar anemia.
Una anemia que no se diagnostica ni se trata puede tener severos efectos en la salud, llegando a ser incluso mortal. Los síntomas varían dependiendo de si la anemia es aguda o crónica, es decir, en función de lo rápido que aparezca.
Si empieza de manera lenta, se notará como un ligero cansancio a la hora de hacer ejercicio, junto con cierta resistencia respiratoria. A medida que se intensifica la anemia, los síntomas también lo hacen, apareciendo incluso con esfuerzos mucho menores.
Entre los distintos síntomas la anemia se caracteriza por:
- Baja decoloración de la piel (palidez). Este síntoma es una consecuencia del bajo nivel de glóbulos rojos o hemoglobina.
- Dolores de cabeza y dificultad para concentrarse.
- Taquicardias. Hay que tener en cuenta que, si se presenta enfermedad cardiovascular previa, la anemia puede hacer que desarrolle una angina de pecho.
- Fragilidad de uñas y pelo.
Hay ocasiones en las que las anemias se desarrollan a lo largo de mucho tiempo, por lo que los síntomas son prácticamente inapreciables, sobre todo cuando quien la padece no realiza actividad física de manera habitual. En cualquier caso, es conveniente consultar con el médico en caso de tener sospecha de padecer anemia o falta de hierro.
Tipos de anemia más frecuentes
Aunque el tipo más común de anemia es aquella causada por una deficiencia de hierro, como se ha mencionado previamente, existen diferentes tipos de anemia. Conocer cada una de ellas es muy importante para descubrir la causa de la destrucción de los glóbulos rojos y el posible tratamiento para la anemia.
Estas son los tipos de anemia que existen y sus características:
- Anemia por deficiencia de vitamina B12: la vitamina B12 es fundamental de cara a la producción de glóbulos rojos. Una deficiencia de la misma está relacionada directamente con la reducción de glóbulos rojos y, por tanto, con la anemia.
- Anemia por deficiencia de folato (ácido fólico): esta anemia se desarrolla por una deficiencia en el organismo, produciendo que los glóbulos rojos aumenten su tamaño. El consumo escaso de alimentos ricos en folatos, problemas intestinales que alteren su absorción, el uso de ciertos medicamentos o ciertas enfermedades de la sangre pueden alterar los niveles de ácido fólico del organismo.
- Anemia por deficiencia de hierro: es el tipo de anemia más común. Su origen se debe a una disminución de los niveles normales de hierro en el organismo, produciendo una carencia considerable.
- Anemia por enfermedad crónica: en ocasiones la anemia se desarrolla como consecuencia del efecto negativo de otras enfermedades en la producción de glóbulos rojos: cirrosis, cáncer, infecciones crónicas, trastornos del sistema inmunitario…
- Anemia hemolítica: es una reacción del propio organismo. El sistema inmunitario es quien destruye los glóbulos rojos y el causante de la anemia.
- Anemia aplásica idiopática: este es un tipo raro de anemia que sucede cuando la médula ósea no es capaz de producir la cantidad suficiente de células sanguíneas nuevas. Aún no se conoce la causa de este tipo de anemia.
- Anemia megaloblástica: una deficiencia de vitaminas provoca una falta o carencia de glóbulos rojos sanos en el organismo.
- Anemia perniciosa: se crea por la presencia de una gastritis crónica atrófica en el estómago. De esta forma, este no es capaz de segregar la cantidad suficiente de la proteína encargada de ayudar en la absorción de la vitamina B12 (vitamina que, como se ha dicho previamente, es fundamental en la producción de glóbulos rojos).
- Anemia drepanocítica: la forma de los glóbulos rojos está alterada por herencia genética. Esto produce cambios en la hemoglobina al reducir la cantidad de oxígeno que pueden transportar.
- Talasemia: es un trastorno hereditario que produce que tu cuerpo tenga menos hemoglobina de lo normal. La hemoglobina se encarga de que los glóbulos rojos transporten el oxígeno a los diferentes tejidos, por lo que se vería alterada esta función.
Existen otras causas más genéricas para la anemia como pueden ser el uso de ciertos medicamentos como los de la quimioterapia, problemas en la absorción de nutrientes o una alimentación pobre o deficiente. Aun así, si presentas síntomas de anemia, es necesario acudir a un especialista para que te indique qué tratamiento se ajusta mejor a ti y cuál es el origen exacto de tu enfermedad.
Tratamiento recomendado para la anemia
El tratamiento depende del tipo de anemia y de la causa de la misma:
- Suplementos de hierro, ácido fólico, vitamina B12 u otras vitaminas.
- Dieta adecuada basada en la ingesta de alimentos ricos en hierro (bajo consejo médico).
- Medicamentos específicos que inhiban el sistema inmunitario para que no destruya los glóbulos rojos.
- Eritropoyetina. Este tratamiento es específico para estimular que la médula ósea produzca más células sanguíneas.
- Transfusiones sanguíneas que permitan aumentar la cantidad de glóbulos rojos.