El VIH es una de las mayores amenazas de salud que existen a día de hoy, estimándose que en España hay entre 130.000 y 170.000 personas con VIH, según los datos de ONUSIDA.
Actualmente, los especialistas en enfermedades infecciosas buscan cómo enfrentarse al principal desafío que presenta esta enfermedad en los pacientes: mejorar la calidad de vida de las personas mayores y con comorbilidades que viven con VIH.
Para ello, se ha planteado un nuevo enfoque para el tratamiento de los pacientes con VIH, en el que no solo se busque la supresión viral (logrando disminuir la carga de virus en sangre hasta niveles indetectables), sino que incluya también otros aspectos clave para el día a día de estos pacientes, como son la personalización del tratamiento o el manejo correcto de comorbilidades.
En este sentido y para hablar sobre el abordaje del VIH, se ha celebrado el Simposio SI 2022.
Simposio SI 2022
Este año el Simposio SI, organizado con la colaboración de Janssen Pharmaceutical Companies of Johnson & Johnson, y bajo el lema “Pongamos luz al futuro del VIH”, ha reunido simultáneamente en Madrid, Barcelona, Sevilla y Valencia más de 100 especialistas en enfermedades infecciosas.
«Este formato nos ha permitido establecer foros de discusión más participativos en las sedes y comparar las conclusiones de cada sesión, lo cual ha sido una fuente de enriquecimiento«, ha destacado la Dra. María Luisa Montes Ramírez, especialista de la Unidad de VIH del Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario La Paz (IdiPAZ) y una de las coordinadoras del encuentro.
Durante el encuentro, se ha puesto de manifiesto que cada vez son más los pacientes con VIH que superan la mediana edad, una realidad que exige facilitar una atención integral en la que se incluyan acciones preventivas frente al envejecimiento prematuro y las comorbilidades asociadas al virus. Por este motivo, el Dr. Josep Mallolas, jefe de la Unidad VIH-SIDA del Hospital Clínic de Barcelona y coordinador del Simposio SI, ha explicado que “el mayor desafío ahora es mantener el foco en las personas que están viviendo con VIH ya que muchos siguen con problemas de salud. El éxito de la supresión del virus hace que se pierda el foco en esta población tan importante”.
El Dr. Josep Mallolas también ha destacado que gracias al nivel de eficacia, tolerancia y conveniencia de los tratamientos antirretrovirales (TAR) actuales se ha podido centrar la atención cada vez más en la calidad de vida de los pacientes con VIH.
Las comorbilidades hepáticas
En los últimos años, una de las comorbilidades que ha experimentado un mayor cambio en las personas que viven con VIH es la hepática.
La Dra. Montes ha recordado que a lo largo de 30 años se ha estado lidiando con coinfecciones virales, como la hepatitis B, C y D. “Se estima que cada año, entre dos y seis personas de cada 100 que están en seguimiento desarrollan una elevación de transaminasas transitoria o crónica que en más del 80% de los casos corresponde a una enfermedad hepática metabólica”.
La enfermedad hepática metabólica es una patología de curso lento que consiste en la elevada acumulación de grasa en el interior del hígado, frecuentemente con manifestaciones sintomáticas que muchas veces no son perceptibles, pero que supone un importante riesgo cardiovascular para el paciente.
Ante esta realidad, la Dra. Montes ha insistido en la necesidad de “aumentar la sensibilidad hacia esta enfermedad”, así como “implementar herramientas diagnósticas de fácil aplicación”.
La especialista ha explicado que los principales retos a los que se enfrentan los profesionales de la salud consisten en informar sobre la prevalencia de enfermedades comunes en las personas con VIH, determinar si es necesario iniciar intervenciones preventivas o terapéuticas antes y/o de manera más intensiva; y entender si el tratamiento antirretroviral puede favorecer o prevenir el desarrollo de algunas comorbilidades.
El cuarto noventa
ONUSIDA propuso en el año 2014 el plan 90-90-90 con el objetivo de poner fin a la epidemia de SIDA, a través del diagnóstico del 90% de personas con VIH+, el tratamiento antirretroviral (TAR) del 90% de las personas diagnosticadas y lograr la supresión viral en el 90% de los pacientes tratados. Sin embargo, este plan no contemplaba problemas de salud relacionados con la infección por VIH que a menudo afrontan los pacientes, como las comorbilidades físicas, problemas de salud mental, dificultades económicas y el posible estigma relacionado con el VIH.
Durante la 17ª Conferencia Europea sobre el SIDA en Basilea, se presentó la iniciativa ‘Moving Fourth’ con la colaboración de Janssen, para abordar estos problemas de salud y alcanzar el ‘Cuarto 90’, un objetivo adicional que persigue la adopción de un enfoque personalizado a largo plazo en la atención al paciente, para desarrollar herramientas que puedan ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas que viven con VIH.
En 2020, se diagnosticaron aproximadamente 3.500 casos de VIH en España. En este sentido, durante el Simposio SI, el Dr. Mallolas ha recordado que, “aproximadamente 150.000 personas en el país viven con VIH y más del 85% de ellas está diagnosticadas, cerca del 90% recibe tratamiento antirretroviral (TAR) y más del 90% tiene carga viral indetectable” y, aun así, 13 de cada 100 personas con VIH en España desconocen que tienen la infección.
El profesor Jeffrey Lazarus, codirector del Programa de Infecciones Víricas y Bacterianas del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), y otro de los participantes en el simposio, ha afirmado que “mientras haya discriminación, habrá estigma. Y juntos perjudican la calidad de vida de pacientes con VIH”.
Por ello, un grupo multidisciplinar con expertos de VIH en todo el mundo ha elaborado la «Declaración de consenso sobre el papel de los sistemas de salud para promover el bienestar a largo plazo de las personas que viven con VIH» en la que se identifican los aspectos clave para ofrecer una atención sanitaria integral, centrada en la persona a lo largo de toda su vida. “Por primera vez, contamos con un consenso global para abordar, desde los sistemas de salud, la calidad de vida, más allá de la supresión viral”, destaca el Prof. Lazarus.
El manejo de los virus respiratorios
La pandemia por COVID-19 ha provocado que, durante un año, no haya apenas casos de infecciones por el virus respiratorio sincitial (VRS) y el de la gripe. Sin embargo, el profesor Adolfo García-Sastre, director del Instituto de Salud Global y Patógenos Emergentes de la Escuela de Medicina Icahn/Mount Sinai en New York, ha expresado en el encuentro que “se podría predecir que, en cuanto se eliminen las restricciones debido a la pandemia, estos dos virus respiratorios volverán a causar las complicaciones que producen habitualmente todos los años”.
El problema es que la infección por el VRS no induce una inmunidad protectora lo suficientemente buena. Este virus es una de las infecciones más frecuentes, afectando a más de 64 millones de personas en todo el mundo en un año típico, en todos los grupos de edad, y es la principal causa de bronquitis y neumonía.
No obstante, este virus afecta en mayor medida a los adultos de mayor edad, lo que pone de manifiesto una necesidad urgente de disponer de tratamientos que faciliten la prevención de la significativa morbilidad y mortalidad causadas por el VRS.
A pesar de esto, el Prof. Adolfo García-Sastre se ha mostrado alentador: “Existen vacunas en desarrollo contra VRS, que esperemos puedan llegar a dar resultados y a ser aprobadas”.