El Clostridium Difficile es una bacteria que se ubica en el tracto intestinal y que es capaz de generar infecciones cuando se produce una disbiosis
Las bacterias normalmente se encuentran en el medio ambiente, aunque existen muchas que se localizan en el interior del cuerpo humano. A esto se le conoce como microbioma, es decir, el conjunto de organismo que habitan en nuestro interior.
Las bacterias juegan un papel específico y clave dentro de los seres vivos ya que regulan y mantienen el equilibrio. Cuando este equilibrio se rompe es lo que se conoce como disbiosis. Normalmente, lo que se produce es una alteración de la microbiota intestinal. Esta es generalmente causada por antibióticos o agentes externos, y esto permite que el Clostridium Difficile se establezca, penetre la mucosa y se adhiera a la superficie del epitelio intestinal.
¿Qué es el Clostridium Difficile?
El Clostridium Difficile es una bacteria que se encuentra diseminada en el medio ambiente. También se encuentra en el tracto digestivo y es considerada también una bacteria intestinal. Esta bacteria es la responsable de un alto porcentaje de los casos de diarrea, así como afecciones más serias intestinales como la colitis.
La enfermedad provocada por C. difficile afecta con mayor frecuencia a los adultos mayores internados en hospitales o en instalaciones de atención médica por largo tiempo, y generalmente se presenta después de usar antibióticos.
Infecciones por Clostridium Difficile
Aunque estas bacterias se encuentren en el medio ambiente, el contacto estrecho o la toma de antibióticos hacen que esta bacteria prolifere. Esto se debe a que el tratamiento con antibióticos no solo eliminan los gérmenes dañinos, sino que también matan a los gérmenes buenos que protegen su cuerpo contra las infecciones. Entonces se recibe un tratamiento que, en realidad, genera la infección por c. difficile.
Los síntomas de infecciones por bacterias C. difficile van desde diarreas, fiebre, dolor de estómago, hasta pérdida de apetito y náuseas. Sin embargo, lo más frecuente es que se produzca una diarrea y que pueda dar lugar a un cuadro más complicado como la colitis, que, al igual que la primera, produce mucha deshidratación.
Para detectar la infección basta con analizar las heces en un laboratorio para así determinar la presencia de la bacteria. En caso de ser positivo, se deberá iniciar un tratamiento para combatir la disbiosis y restablecer el equilibrio. A pesar de que los antibióticos general esta infección, son otros los que pueden tratarla.
¿Cómo curar la enfermedad?
En algunos casos, el paciente puede terminar hospitalizado y llegara a necesitar un trasplante de microbiota o la extirpación de parte del colon. Por ello, desde Mikrobiomik, una startup española, están desarrollando un medicamento basado en el microbioma humano. Buscan aportar una solución novedosa a este problema que afecta a más de un millón de personas al año en Estados Unidos.
Hasta ahora, el trasplante ha permitido hacer frente a los casos de infecciones recurrentes, pero Mikrobiomik va un paso más allá al desarrollar un medicamento biológico capaz de sustituir la intervención. Para terminar, hay que ser conscientes de que las infecciones se contraen por no mantener una buena higiene, por lo que se recomienda utilizar abundante agua y jabón para lavarse las manos. De esta forma se evitará el riesgo de infección y, en definitiva, el trasplante de microbiota fecal.
