El sistema inmunológico es el encargado de luchar contra las enfermedades de nuestro cuerpo; combate virus y bacterias. Pero en ocasiones, puede ver las células sanas como una amenaza y atacarlas. Sin embargo, en las enfermedades autoinmunes, este sistema defensivo comienza a atacar a las células y tejidos sanos, creyendo erróneamente que son invasores. Este fenómeno puede afectar a casi cualquier parte del cuerpo y puede tener consecuencias graves si no se diagnostica y trata adecuadamente.
Causas y síntomas
La causa exacta de las enfermedades autoinmunes aún no se comprende completamente, pero se cree que una combinación de factores genéticos y ambientales desempeña un papel importante en su desarrollo. Algunos factores desencadenantes comunes incluyen infecciones virales, exposición a ciertas sustancias químicas, estrés y cambios hormonales. Según información de National Institute of Health, la mayoría de las personas que tienen genes relacionados con enfermedades autoinmunes aún no desarrollarán una. Por lo general, se necesitan uno o más factores desencadenantes para activar el sistema inmunológico.
Con respecto a los síntomas, también pueden parecerse a los de muchas otras condiciones y pueden variar ampliamente según el tipo de enfermedad y los órganos afectados. Algunos de los más comunes incluyen fatiga, dolor articular, fiebre, erupciones cutáneas, dificultad para concentrarse, entumecimiento u hormigueo en las manos o pies y problemas digestivos. El diagnóstico preciso puede ser un desafío y a menudo requiere pruebas exhaustivas y la consulta con varios especialistas.
Todavía no existen curas para los trastornos autoinmunes, pero se ha logrado avances en el manejo de los síntomas que, al menos, pueden controlar la respuesta inmune hiperactiva y reducir la inflamación o al menos reducir el dolor y la inflamación.
Enfermedades autoinmunes más comunes
Existen más de 80 tipos de enfermedades autoinmunes, algunos involucran solo un tipo de tejido y otras involucran muchas partes diferentes del cuerpo. Algunas de las más comunes son las siguientes:
- Lupus eritematoso sistémico (LES). Puede afectar a múltiples órganos, incluyendo la piel, las articulaciones, los riñones y el corazón. Los síntomas pueden variar desde leves hasta potencialmente mortales, y pueden incluir erupciones cutáneas en forma de mariposa, dolor articular y fiebre.
- Artritis reumatoide (AR). Aquí el sistema inmunitario ataca los tejidos sanos de las articulaciones. Es una enfermedad crónica que afecta sobre todo a las articulaciones, como las que se encuentran en las muñecas, las manos, los pies, la columna vertebral, las rodillas y la mandíbula.
- Psoriasis/artritis psoriásica. La psoriasis es una enfermedad inflamatoria sistémica crónica de la piel con participación multiorgánica que se caracteriza por un curso clínico de brotes y remisiones persistentes. En el caso de este tipo de artritis, afecta a algunas personas con psoriasis y la mayoría de las personas tienen esta patología antes de recibir el diagnóstico de este tipo de artritis.
- Esclerosis múltiple (EM). La EM afecta a funciones cognitivas, emocionales, motoras, sensoriales o visuales y se produce como resultado del ataque del sistema inmunitario de una persona contra su sistema nervioso central (encéfalo y médula espinal).
- Enfermedad inflamatoria intestinal (EII). La EII es una enfermedad crónica de causa desconocida en la que se produce inflamación del colon y/o intestino delgado y que se presenta en forma de brotes. Engloba la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn.
- Vasculitis autoinmune. Es una inflamación que provoca cambios en las paredes de los vasos sanguíneos como estrechamiento, oclusión o ensanchamiento lo que limita el flujo sanguíneo que puede dañar a los órganos y tejidos.
- Enfermedad celíaca. Las personas con enfermedad celíaca no pueden comer alimentos que contengan gluten, una proteína que se encuentra en el trigo, el centeno y otros productos de cereales. Cuando el gluten está en el intestino delgado, el sistema inmunitario ataca esta parte del tracto gastrointestinal y causa inflamación.
Las mujeres las sufren más
El 80% de las personas que padecen las 80 enfermedades autoinmunes que se conocen hasta la fecha son mujeres. Y, en concreto, si hablamos de enfermedades reumáticas autoinmunes sistémicas se estiman que aproximadamente un 4% (2.5% hasta 8%) de la población mundial tiene alguna ERAS y, de ese total, el 75% son mujeres.
Desde la agencia SINC que recientemente un equipo de científicos de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, han realizado una investigación publicada en la revista Cell sobre por qué las enfermedades autoinmunes afectan mucho más a las mujeres que a los hombres. Han liderado el rastreo de la característica principal que diferencia a los mamíferos biológicamente femeninos de los masculinos, lo que podría facilitar la predicción de este tipo de patologías antes de que se desarrollen.
Según informan desde SINC, en los mamíferos, el sexo biológico viene determinado por la presencia de dos cromosomas X en cada célula femenina, mientras que las masculinas solo contienen uno emparejado con otro mucho más corto, el Y. Si bien se puede vivir sin el cromosoma Y, ninguna célula de mamífero puede sobrevivir sin al menos una copia del cromosoma X, que contiene cientos de genes activos que producen proteínas.
Aun así, tener dos cromosomas X conlleva el riesgo de que en cada célula femenina se fabrique el doble de estas proteínas, lo que sería letal. Para evitar esto, se da la llamada inactivación del cromosoma X, gracias a una molécula llamada Xist. De este modo, se crea la misma cantidad tanto en una célula femenina como en una masculina. Así pues, esta inactivación por parte de Xist desencadena más susceptibilidad en las mujeres a este tipo de enfermedades, lo que a los hombres no les pasa.