¿Qué es la artritis reumatoide?

Se caracteriza por la afectación de las articulaciones periféricas (manos, pies, muñecas, hombros, codos, caderas y rodillas). Esta patología produce principalmente dolor, hinchazón y rigidez.

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Mujer con artritis. Inflamación del codo.

La artritis reumatoide es una enfermedad reumática crónica que se caracteriza por la afectación de las articulaciones periféricas (manos, pies, muñecas, hombros, codos, caderas y rodillas). Esta patología produce principalmente dolor, hinchazón y rigidez. Los síntomas generales, que a veces preceden a las manifestaciones articulares, son el cansancio, sensación de malestar, fiebre ligera, inapetencia y pérdida de peso corporal. Las posibles manifestaciones extraarticulares, que suelen presentarse cuando la enfermedad ya está establecida, afectan principalmente a la piel, los vasos sanguíneos, el corazón, los pulmones, los ojos y la sangre.

Causas de la artritis reumatoide

  • Factores genéticos: Los factores genéticos aumentan el riesgo de la enfermedad. Las investigaciones llevadas a cabo en los últimos años apuntan a que la AR es una enfermedad poligénica, lo que significa que son varios los genes que estarían involucrados en su origen.
    • Antecedentes en la familia: Si padres, abuelos, hermanos o familiares cercanos de una persona han padecido AR puede suponer un factor de riesgo a tener en cuenta. Sin embargo, conviene insistir en que los factores genéticos son predisponentes y no determinantes.
  • Factores no genéticos: Los más destacados son las infecciones, las hormonas femeninas, el tabaquismo, el estrés, la obesidad y el tipo de alimentación.
    • Infecciones: En algunas ocasiones, la AR se ha presentado de forma similar a los brotes epidémicos, y también en que en décadas pasadas, cuando no se tenían en cuenta tantas medidas higiénicas para prevenir las infecciones, la enfermedad era más frecuente, sobre todo entre las personas que habían recibido transfusiones sanguíneas.
    • Hormonas femeninas: Los estrógenos, protegen contra la AR, ya que se ha constatado que tanto el consumo de anticonceptivos como el embarazo disminuyen el riesgo de que se desarrolle la enfermedad y reducen o retrasan sus manifestaciones, mientras que en el período posterior al parto y en la menopausia, cuando se reduce la actividad de estas hormonas, ocurre lo contrario.
    • Tabaquismo y estrés: Se ha descubierto una relación estadística entre el hábito de fumar y el estrés, de un lado, y el riesgo de desarrollar AR.
    • Obesidad: Se ha demostrado que la AR se desarrolla más en personas obesas.
    • Otros factores: Los cambios o mutaciones espontáneas en los genes que regulan la fabricación de las numerosas moléculas que intervienen en los procesos inflamatorios.

Cómo convivir con la enfermedad

Una persona que padezca artritis tiene que evitar llevar una vida agitada, los movimientos bruscos e intentar dormir una media de 10 horas.

Además, deben evitar aquellos trabajos que requieran un ejercicio físico intenso. Durante su jornada laboral, deben mantener una posición recta mientras estén sentados y evitar permanecer con el cuello o la espalda flexionados durante mucho tiempo. Asimismo, durante el reposo es conveniente mantener una postura adecuada, evitar doblar las articulaciones y mantener los brazos y las piernas estirados.

El calzado también es importante, ya que los expertos aconsejan que sea elástico, firme y de piel. El talón debe estar sujeto, la puntera ancha y el empeine lo suficientemente alto para que no se produzcan rozaduras.

También es necesario que la persona que padezca esta enfermedad lleve una dieta sana y equilibrada, evitando aumentar de peso.

Incidencia en España

Según el Estudio Episer 2016, elaborado por la Sociedad Española de Reumatología, solo de artritis reumatoide, una de las más comunes, hay casi 300.000 pacientes y cada año se diagnostican unos 20.000 casos nuevos.

Además, según los resultados de la encuesta AR 2020, realizada a 800 pacientes con AR, acciones como subir o bajar las escaleras resultan imposibles o muy difíciles para el 24% de los pacientes que han participado en la encuesta.

A nivel laboral, un 56% de los pacientes sufre limitaciones en su trabajo debido a su enfermedad. En casa y las tareas del día a día, el 42% necesita ayuda para realizar sus actividades.

Por otro lado, el 43% afirma gestionar mal el dolor que les produce la enfermedad. La mayoría tienen que recurrir a medicación extra para paliar este síntoma. En el caso de la fatiga, el 60% de los pacientes tiene que renunciar a actividades de su vida diaria y laboral.

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