La dieta baja en calorías como la dieta detox o la dieta Dukan son muy seguidas por la población para bajar de peso, sobre todo por mujeres embarazadas tras dar a luz, pero en los últimos años ha comenzado a ponerse de moda una dieta que consiste en un ayuno prolongado. Muchas personas que siguen una dieta para perder grasa, se estancan y no ven resultados tras sus esfuerzos por bajar de peso. Es por ello por lo que recurren al ayuno intermitente al verla como la única solución posible para quitarse los kilos de más o incluso reducir la obesidad.
¿Qué es el ayuno intermitente?
El ayuno intermitente se trata de una estratégica dieta consistente principalmente en intercalar períodos de ingesta de alimentos con períodos de ayuno. Por tanto son ciclos entre períodos en los que se come y períodos en donde se ayuna.
El ayuno, aunque se ha puesto muy de moda en los últimos años, no es nada nuevo. Se trata de un antiguo secreto de saluda ya que se guarda en el caso de la Cuaresma para los cristianos y el Ramadán. Consiste en una estrategia efectiva para bajar de peso y para mejora indicadores de salud siempre y cuando sea supervisada por un especialista.
El ayuno puede realizarse de forma diaria o semanalmente, es decir ayunar unas horas cada día o hacer una reducción calórica muy grande dos días a la semana o ayunos en días alternos. Sin embargo, el ayuno más común es el diario para perder rápidamente la grasa corporal.
¿Cómo hacer el ayuno intermitente?
En el caso de que se realice el ayuno diario, se deberá guardar ayuno durante 16 horas al día mientras que se podrá comer durante 8. En definitiva se reducirían las calorías diarias un total de 300 a 500 calorías. Un ejemplo de esta dieta consistiría en realizar una comida a las 11:00 horas de la mañana y la última a las 19:00 horas. Se ayudaría así a perder unas 500 calorías mediante la restricción calórica y el método de ayuno intermitente.
A pesar de que no se puede comer nada durante las 16 horas de ayuno, sí que se pueden ingerir ciertos líquidos para saciar el hambre y no atacar la nevera como una infusión, un café solo o un caldo de verduras. Una vez se realiza durante una semana, el cuerpo se acostumbra.
Para evitar los rugidos de estómago, lo mejor es hacer comidas muy nutritivas, con mucha proteína para quitar el hambre durante más tiempo. De esta forma se evitará picotear entre horas.
Alimentos nutritivos para el ayuno intermitente
Debido al ayuno de 16 horas, es fundamental realizar comidas lo más nutritivas posibles y por ello, es importante conocer los alimentos adecuados para evitar que el gusanillo se despierte. Algunos platos recomendados serían:
- Ensalada de lentejas. Se debería acompañar con pollo para que sea lo más saciante posible.
- Ensalada con aguacate y huevo, rica en proteínas y vitaminas.
- Arroz integral con garbanzos, pollo y verduras. Es más conocido como arroz al horno y es una de las comidas más nutritivas y que más quitan el hambre.
En definitiva, las legumbres, el pollo y las verduras son clave para realizar el ayuno intermitente y estar saciado durante más tiempo. No obstante, la patata y el pan están permitidos para saciar todavía más. Lo ideal es que la mitad de los platos estén compuestos por vegetales y dejar las proteínas y los hidratos como acompañamiento.
¿Es beneficioso el ayuno intermitente?
El ayuno intermitente debería realizarse hasta llegar al peso ideal, pero muchas personas lo convierten en una obsesión y son incapaces de parar, de ahí el peligro que genera este tipo de dieta.
El ayuno modifica el metabolismo generando la pérdida de peso y existen beneficios como la regulación de la glucosa, de la presión arterial, los niveles de azúcar y la frecuencia cardiaca. Además se pierde grasa abdominal y aumenta la eficacia y resistencia en los entrenamientos.
Sin embargo, existen ciertos riesgos ya que al finalizar la dieta aumenta el nivel de glucosa y si no se sigue una dieta saludable o estilo de vida saludable combinado con la práctica de ejercicio, se puede experimentar un efecto retorno mucho peor generando un aumento de peso.
Además, al seguir el plan de ayuno intermitente existe el riesgo de padecer mareos, dolores de cabeza, dificultad para mantener la concentración y en el peor de los casos enfermedades. Asimismo, se pueden presentar déficit de nutrientes. Es fundamental, por tanto, consultar a un especialista para realizar un seguimiento de la dieta y, sobre todo, tener en cuenta que dejar de comer no educa para aprender a hacerlo y mantener una dieta saludable pudiendo generar en un futuro trastornos de conducta alimentaria.