Ser madre es algo natural y biológico. Estamos preparadas para dar vida y nuestro cuerpo está diseñado para ello. Sin embargo, no todas las mujeres son fértiles. Además, la infertilidad ha aumentado con el paso del tiempo dadas las condiciones sociales.
El retraso en la maternidad es ya todo un hecho que conlleva una mayor dificultad a la hora de concebir. Pensar si quieres tener hijos y evaluar algunos factores reproductivos pueden ayudarte en un futuro. Y hay una franja de edad perfecta para ello.
No obstante, son muchas las que deciden postergar la maternidad hasta que tienen una situación profesional y económica estable, que suele ser más allá de los 30 años y es ahí cuando la fertilidad empieza a descender.
Los tiempos que vivimos son los que marcan el ritmo y el cuerpo no entiende de esto. Por ello, es importante planificar la fertilidad para que no se pase el arroz y no haya problemas para quedarnos embarazadas.
Toda mujer dispone de una reserva ovárica, y desde la primera menstruación esta reserva comienza a descender hasta que llega la menopausia. Por ello, a medida que pasan los años es más complicado quedarse embarazada. Sin embargo, muchas mujeres sufren la anovulación, es decir, no expulsan ningún óvulo y esto afecta a la fertilidad.
Hoy en día, y gracias a toda la investigación, especialistas cumplen el sueño de numerosas familias, que por factores diversos, no han podido tener hijos hasta pasados los 30 años.
Planificación de la fertilidad
Los especialistas hacen una serie de recomendaciones para poder quedarte embarazada, más allá de la reproducción asistida. Lo primero que se debe de hace es sospechar de infertilidad si no se obtienen resultados tras un año a pesar de que el ciclo menstrual es constante y correcto. Los expertos aconsejan buscar ayuda e iniciar un estudio de fertilidad para descartar posibles problemas.
Por otro lado, es importante tener claro que la infertilidad es un problema de pareja. Se deberán hacer las exploraciones adecuadas para descartar alteraciones que puedan influir en la infertilidad como por ejemplo problemas en las trompas de Falopio o en los estilos de vida.
Es importante valorar las reservas ováricas así como analizar el estado de salud y de las hormonas relacionadas con el funcionamiento de los ovarios y de la tiroides.
De esta forma, es como se comienza una planificación de la fertilidad en el caso de querer ser madres en un futuro lejano. Podemos prever qué órganos debemos cuidar y cómo para que envejezcan de una manera adecuada, además de posibilitar la gestación cuando una pareja decida que es el momento óptimo para hacerlo.
Se deben detectar, por tanto, los factores de riesgo individuales que podrían comprometer la fertilidad del paciente con los estudios adecuados. En el caso de los hombres siempre es más fácil pues basta con realizar un espermiograma.
En el caso de la mujer, como se comentaba, es necesaria una exploración ginecológica mucho más completa para descartar posibles problemas.
En definitiva, no existe un calendario como tal con unos pasos a seguir. Es importante realizar un estudio de cada caso para evaluar cómo proceder para mantener la fertilidad durante más tiempo y así poder ser madres en un momento adecuado. En algún caso, por ejemplo, se ha procedido a la preservación de óvulos y esta es una de las planificaciones de fertilidad más comunes y que más se están comenzando a implementar entre las mujeres que desean esperar para darle un mejor futuro a sus hijos.