Como cada año, el 7 de octubre se celebra el Día Internacional de la Neuralgia Trigeminal, una enfermedad rara y poco frecuente del Sistema Nervioso Periférico. Se trata de un trastorno nervioso que causa dolor punzante en algunas zonas del rostro. El dolor proviene del nervio trigémino que se conecta con el cerebro y lleva las sensaciones de tacto y dolor en la cara, los ojos, los senos paranasales y la boca.
En una enfermedad rara poco estudiada hasta el momento. En España las enfermedades raras ocupan un 20% de los ensayos realizados y en este caso, apenas hay investigación sobre la misma.
¿En qué consiste la neuralgia del trigémino?
La neuralgia trigeminal es un dolor crónico que afecta al nervio trigémino. Se produce una estimulación por ejemplo al lavarse los dientes y puede desencadenar un dolor repentino difícil de soportar.
Se trata de una enfermedad que aparece de forma leve y con ataques breve, pero a medida que pasa el tiempo progresa. Llega a causar episodios de dolor agudo prolongado. La neuralgia del trigémino afecta a las mujeres con mayor frecuencia que a los hombres, y es más probable que se produzca en las personas mayores de 50 años.
La causa más frecuente de la neuralgia trigeminal, en la mayoría de casos, es el contacto entre el nervio y un vaso sanguíneo. La aparición más frecuente de la neuralgia del trigémino se trata de arterias sanguíneas situadas junto al nervio, que es presionado. La arteria se inflama y causa arterioesclerosis. Por tanto, esta patología se produce cuando presionan el nervio y las fibras nerviosas mandan un estímulo al cerebro causando dolor a modo de efecto secundario.
Síntomas de la neuralgia trigeminal
Como se viene comentando, los principales síntomas de esta enfermedad son los dolores fáciles intensos y punzantes. Suelen ser unilaterales con una duración variable de entre segundos y minutos. Estos dolores son conocidos como los más insoportables por todos los pacientes que sufren esta enfermedad rara.
Estos episodios de síntomas que implican dolor son recurrentes y repetitivos. Pueden aparecer por acciones tan simples como hablar, reír, masticar o tragar. Por tanto, son dolores que, como tal, no se pueden prevenir, aunque sí tratar.
Tratamiento de la neuralgia del trigémino
Dado que la neuralgia trigeminal no se puede prevenir como tal, la única opción restante es el tratamiento adecuado de los ataques de dolor para reducir la intensidad. Sin embargo, una forma de intentar evitarlo es manteniendo una alimentación saludable y realizando ejercicio físico regularmente.
Si ya has sido diagnosticado de esta enfermedad, el especialista, en este caso el neurocirujano, realizará un tratamiento farmacológico después de haber realizado una resonancia magnética mínimamente invasiva. Los analgésicos habituales ayudan a controlar los episodios de compresión del nervio, aunque pasado un tiempo ya no serán tan efectivos contra el dolor facial y será necesario recurrir a otro tipo de fármaco y a la atención médica.
Por tanto, en algún caso es necesario ir más allá del tratamiento farmacológico y recurrir a una intervención para conseguir la descompresión microvascular, es decir, evitar que el vaso sanguíneo siga comprimiendo el nervio. Así pues, las opciones quirúrgicas pueden ser la última alternativa para paliar esta enfermedad.