Nuestro organismo no ingiere triglicéridos, pero sí transforma las calorías no utilizadas en estos. Cuando el ser humano se alimenta las enzimas del cuerpo rompen en pequeñas moléculas los alimentos. Estas moléculas contienen nutrientes que suplen de energía a nuestro organismo. Al ingerir alimentos con más calorías de las que necesitamos el organismo transforma las calorías restantes en triglicéridos y los almacena en las células grasas de los tejidos de los músculos y el cerebro.
Cuando requerimos de energía nuestro cuerpo vuelve a recurrir a los triglicéridos. Existen hormonas que regulan a las células y cuando detectan que necesitamos más calorías ordenan a las células grasas a liberar triglicéridos.
Mediante un análisis de sangre puede conocerse el nivel de triglicéridos. Un resultado óptimo de triglicéridos debe ser menor a 150 mg/dL, un nivel medio-alto ronda entre los 200 y 500mg/dL y cuando los datos muestran que existen más de 500 mg/dL de triglicéridos en sangre se trata de niveles preocupantes que pueden conllevar el desarrollo de enfermedades metabólicas o pancreatitis.
Los niveles de colesterol no son lo mismoque los niveles de triglicéridos
El colesterol es un tipo de lípido que también circula por la sangre, pero tiene otras funciones, como la construcción de células y determinadas hormonas. Los niveles óptimos de colesterol en sangre son diferentes. Según la Fundación Española del Corazón, un resultado de menos de 200 mg/dL es la cantidad de colesterol adecuada en un adulto sano, y niveles entre 200 y 240mg/dL se consideran un nivel-medio alto de colesterol en sangre y un cuadro de hipercolesterolemia.
Enfermedades relacionadas con los niveles de triglicéridos en sangre altos
Los niveles altos de triglicéridos conllevan un elevado riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular o metabólica. Las causas más frecuentes de contar con niveles elevados de triglicéridos son la excesiva ingesta de alcohol, la inactividad física, fumar y, con mucha frecuencia, debido al sobrepeso y la obesidad provocados por una mala alimentación alta en hidratos de carbono. Más aún, en raras ocasiones la causa de niveles anormales de triglicéridos puede provenir de enfermedades genéticas.
- Hiperlipidemia Familiar: Este trastorno suele estar asociado a la enfermedad coronaria prematura o diabetes mellitus. Es una enfermedad hereditaria, a pesar de que no exista un gen único asociado al trastorno. Los pacientes son tratados con estatinas potentes para regular los niveles de triglicéridos y deben controlar los problemas cardiovasculares y de hipertensión que sufren.
- Disbetalipoproteinemia: Es conocida también como hiperlipidemia de tipo 3 en la que existe un riesgo de sufrir ateroesclerosis progresiva. Esta enfermedad consiste en el deterioro de las arterias y supone el desarrollo de enfermedades cardiovasculares a temprana edad. Aunque los pacientes son asintomáticos sí es frecuente detectar en ellos lesiones en la piel.
- Hiperquilomiconemia: Esta es la enfermedad genética relacionada con un desorden de triglicéridos más infrecuente. Ocurre debido a la mutación del gen LPL-1 y se caracteriza por el desarrollo de quilomicremia. La quilomicremia ocurre cuando nuestro metabolismo es incapaz de absorber los triglicéridos en la sangre. El problema más inminente que esta enfermedad provoca es pancreatitis y su descuido puede culminar en un fallo multiorgánico o insuficiencia pancreática
Los niveles bajos de triglicéridos en sangre están relacionados con enfermedades metabólicas.
Las consecuencias y patologías relacionadas con un nivel de triglicéridos bajos son más desconocidas. Generalmente, los pacientes con niveles inferiores a los adecuados presentan una pérdida considerable de masa muscular y de vitaminas necesarias para nuestro organismo. Algunas enfermedades que están relacionadas con un resultado bajo de triglicéridos son el hipotiroidismo, la incapacidad de absorber adecuadamente los azúcares, proteínas o vitaminas de los alimentos y la desnutrición.