El crecimiento del cabello y, sobre todo, la velocidad a la que lo hace suele ser un tema que nos preocupa bastante, sobre todo en el caso de las mujeres. Buscar soluciones, remedios caseros o productos que estimulen el crecimiento se convierte en una obsesión, pero es importante primero detectar la causa por la que esto ocurre ya que puede ser de diversa índole.
Causas externas del problema
Una de las causas más habituales es la alimentación. Seguir una dieta equilibrada y saludable ayuda a estimular el crecimiento del pelo. Y, es que nuestro cabello, como el resto de nuestro cuerpo, necesita de ciertos nutrientes para crecer sano y fuerte. Nuestro organismo funciona gracias a los nutrientes esenciales que adquirimos con la comida. Cuando éstos no son suficientes, el cuerpo los elimina de aquellos procesos que no son vitales para poder repartirlos en lo realmente necesario. En este momento, uno de los grandes perjudicados es el pelo.
Para evitar que esto ocurra es necesario consumir frutas, verduras, proteínas y agua que son los principales alimentos para ayudarte a recuperar la salud de tu cabello y ayudar a su crecimiento.
Otro factor importante en este proceso es el estrés. En muchas ocasiones esta situación deriva en problemas dermatológicos que influyen a su vez en el cuero cabelludo. Es bastante habitual que los procesos de estrés o ansiedad provoquen la inflamación de los folículos pilosos, haciendo que el pelo no crezca. Si, además, esta situación de prolonga y sufrimos estrés crónico, es probable que el cabello se caiga con más facilidad.
Para evitar esta situación es importante tratar la situación de ansiedad que estamos viviendo y realizar técnicas de relajación que nos ayuden a mitigar este proceso.
Causas internas del problema
Además de las causas anteriores en las que podemos buscar una solución, existen otros motivos internos que son más difíciles de paliar como son la edad o la genética.
Con el paso de los años, los procesos de nuestro organismo van cambiando y este es uno de los más afectados por la temporalidad. La edad en la que esto ocurre es muy variable pero desde los 30 años empezamos a experimentar esa disminución casi invisible que se hará más llamativa según avance nuestra edad.
Aunque se trata de algo inevitable, podemos ralentizarlo con una buena alimentación y usando productos adecuados que nos ayuden en la producción de colágeno.
Otro de los motivos es el componente genético. El crecimiento del cabello se compone de diversas fases: anágena (cuando crece), catágena (etapa de transición) y telógena (el pelo se cae). Este proceso es diferente en cada persona y tiene una duración distinta que se produce desde que nacemos.
La fase anágena tiene duraciones muy variadas en cada persona que van desde los dos hasta los siete años. Es importante pensar si, en nuestro caso, esto nos ocurre desde que somos niños para analizar mejor el problema y buscar soluciones. En este aspecto, será el dermatólogo quien mejor pueda ayudarte a encontrar una solución y tratamiento adecuados.
Técnicas naturales para estimular el crecimiento
No existe un método milagroso para aumentar el crecimiento del cabello pero sí algunos trucos que nos pueden ayudar en este proceso.
Una práctica muy recomendada es la realización de masajes en el cuero cabelludo. Hacerlo de forma regular estimula la circulación sanguínea en la zona y facilita el drenaje de las toxinas. Si, además, hacemos estos masajes con aceites esenciales como el aceite de romero o el de lavanda, ayudaremos a recuperar la salud y brillo de nuestro pelo. Podemos dejar actuar el aceite durante una hora y después lavarnos la cabeza de forma habitual. Hacerlo una vez a la semana te dará muy buenos resultados.
Otros productos recomendados para nuestro pelo son la cebolla y el huevo. La cebolla, debido a su alto contenido en azufre, mejora el flujo sanguíneo del cuero cabelludo. Por su parte, el huevo evita que el pelo se debilite y se rompa por lo que ayuda a combatir su caída.