Lluvia, nieve, noches más largas, frío… el invierno nos regala un ambiente que muchos prefieren pero que a otros no gusta tanto. Esta estación, que trae consigo una bajada de temperaturas, hace que en el cuerpo del ser humano se active un mecanismo de defensa para mantener la temperatura interna en un rango óptimo. Y es en ese proceso cuando aparece el temblor, ¿pero por qué se produce exactamente? ¿Cómo puedo combatir ese temblor?
Temblar de frío
Al igual que en verano el sudor ayuda a mantener una temperatura corporal adecuada, tiritar en invierno tiene la misma labor. En concreto, el hipotálamo, la región llamada centro motor primario del escalofrío, es la que comienza a desencadenar respuestas cuando el cuerpo siente que su temperatura desciende por debajo de un nivel de temperatura crítico. Esa zona es excitada por las señales de frío procedentes de la piel y de la médula espinal.
El frío puede provocar sobre el cuerpo el incremento de la tensión arterial
Dra. Nuevo Ejeda
El temblor producido por esta reacción se conoce como termogénesis muscular. La termogénesis es, por tanto, la capacidad de generar calor en el organismo debido a las reacciones metabólicas. El temblor implica una actividad muscular aumentada, donde los músculos se relajan y contraen rápidamente.
La Dra. Débora Nuevo Ejeda, del Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario Nuestra Señora del Rosario, explica en una entrevista para Infosalus que los síntomas a los que se debe prestar atención para detectar que se está sufriendo un frío excesivo o hipotermia son los siguientes:
- Temblores
- Cianosis distal: labios y dedos morados
- Entumecimiento de extremidades
- Torpeza motora
- Confusión
- Incremento de la tensión arterial
Asimismo, según la Dra. Nuevo, el frío puede provocar sobre el cuerpo el incremento de la tensión arterial, mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares , broncoespasmos y aumentos de crisis asmáticas, lesiones cutáneas, así como un mayor riesgo de infecciones porque el sistema inmune trabaja peor a bajas temperaturas.
Recomendaciones para evitar temblar de frío
Para minimizar el temblor en climas fríos se sugiere:
- Vestirse adecuadamente. Opta por utilizar diferentes capas de ropa, comienza con una capa base que absorba la humedad y continúa con capas aislantes y exteriores resistentes al viento y al agua. Las prendas que cubren el torso y la espalda, como abrigos y chalecos, son fundamentales. Busca materiales aislantes de alta calidad como el plumón o la fibra sintética para maximizar la retención de calor.
- Mantenerse activo físicamente. Realizar actividades físicas como caminar, estiramientos o ejercicios de calentamiento mantienen la circulación sanguínea y evitar que el cuerpo se enfríe.
- Alimentación adecuada. Consume alimentos ricos en calorías y nutrientes, como sopas, guisos y alimentos ricos en grasas saludables.
- Hidratación. Como indica la Cátedra Internacional de Estudios Avanzados en Hidratación, en climas fríos, las pérdidas de líquidos corporales pueden ser tan grandes como en los climas cálidos debido al elevado gasto de energía, el uso de ropa pesada y el aumento de las pérdidas en orina. Beber líquidos calientes, como tés o sopas, ayuda a mantener la temperatura corporal y a prevenir esa deshidratación.
En definitiva, los temblores son una reacción del cuerpo para mantener una temperatura correcta. No obstante, tanto en adultos como en niños, cuando estos temblores suceden constantemente, es recomendable acudir al médico de familia para conocer las causas y poner el tratamiento adecuado en el caso de ser necesario.
