Las quemaduras con vapor y agua caliente son lesiones comunes que pueden ocurrir de forma usual en el hogar o trabajo. Estas quemaduras, también llamadas escaldaduras, pueden variar desde leves a graves, y es crucial saber cómo actuar de inmediato para minimizar el daño y promover una rápida recuperación.
Entre los síntomas puede experimentarse, en los casos más leves, dolor o ardor en la zona afectada y enrojecimiento. Pero si se trata de quemaduras más graves podrán aparecer también ampollas, las cuales no se recomienda romper o drenar si no hay supervisión de un profesional médico, para evitar infecciones o complicaciones.
Primeros pasos en caso de quemadura
- Enfría la herida lo antes posible. Coloca la zona afectada bajo agua fría corriente durante al menos 10-20 minutos. Esto ayuda a reducir el dolor y a evitar que la quemadura se profundice. No utilices hielo directamente sobre la piel, ya que esto puede causar más daño.
- Retira ropa y joyas. Si es seguro hacerlo, retira cualquier prenda de vestir o joya que esté en contacto con la zona quemada. Esto evitará que los objetos atrapen el calor y agraven la quemadura. Sin embargo, si la ropa está pegada a la piel, no intentes retirarla y busca atención médica de inmediato.
- Protege la quemadura. Después de enfriarla, cúbrela con un apósito estéril no adhesivo o un paño limpio. Evita aplicar cremas, ungüentos o cualquier otro tipo de remedio casero, ya que pueden infectar la herida o interferir con el tratamiento médico posterior.
Por otro lado, es importante no aplicar sobre la herida dentífrico, café, mantequilla u otro tipo de sustancias. Incluso las cremas que se deseen aplicar es recomendable que vayan bajo la supervisión médica para no propiciar infecciones.
Segundos pasos para aliviar la quemadura
- Reducir el dolor. Para manejar el dolor, puedes tomar analgésicos de venta libre como el paracetamol o el ibuprofeno. No obstante, sigue las instrucciones del medicamento y consulta a un médico si el dolor es intenso o persistente.
- Mantener la quemadura limpia. Lava suavemente la zona quemada con agua y jabón neutro para prevenir infecciones. Cambia el vendaje diariamente o cuando se ensucie o se moje. Observa cualquier signo de infección, como enrojecimiento, hinchazón, pus o un aumento del dolor.
- Buena hidratación con agua y descansar adecuadamente. Esto ayudará a tu cuerpo a sanar más rápido.
Cuándo acudir al médico
- Si la quemadura es extensa o profunda.
- Si aumenta el dolor o la inflamación.
- Si la quemadura está en áreas sensibles como la cara, las manos, los pies, las articulaciones o los genitales.
- Si la persona afectada es un niño, un anciano o una persona con condiciones médicas preexistentes.
- Si hay signos de infección o no muestra mejoría en unos pocos días.
Cómo puedo prevenir estas quemaduras
- Temperatura del agua bajo control. Asegúrate de que la temperatura del calentador de agua esté ajustada a un máximo de 48°C (120°F). Esto reducirá el riesgo de quemaduras accidentales al usar el grifo.
- Equipo de protección. Cuando manipules agua caliente o trabajes en un entorno donde se genere vapor, utiliza guantes resistentes al calor y ropa protectora adecuada.
- Supervisa a los niños. Enséñales sobre los peligros y asegúrate de que no tengan acceso a estas fuentes de agua caliente sin supervisión. Asimismo se recomienda que durante el baño el agua debe estar en el rango de los 38º máximo.
- Precaución en la cocina. Prestar atención a pequeñas acciones durante el cocinado, por ejemplo, coloca los mangos de las ollas y sartenes lejos del calor y utiliza tapas para cubrir las ollas cuando hiervas agua para evitar salpicaduras.
Actuar rápidamente y de manera adecuada en caso de una quemadura con vapor o agua caliente es crucial para minimizar el daño y promover la recuperación. La prevención siempre será la mejor estrategia, pero estar preparado y saber qué hacer puede marcar una gran diferencia. Mantén estos consejos en mente y asegúrate de compartirlos con tus seres queridos para garantizar su seguridad.