El VIH es una de las mayores amenazas de salud que se viven actualmente a nivel mundial. Educar y prevenir sobre este tema son dos de los factores que reducen la posibilidad de su difusión. Asimismo, detectar y tratar a tiempo esta epidemia es imprescindible para los millones de personas infectadas por el VIH o en riesgo de infección. Por ello, la innovación constante para encontrar terapias mejoradas y soluciones preventivas para paliar esta enfermedad es fundamental.
En este sentido, son múltiples las farmacéuticas que están desarrollando tratamientos del VIH; aunque para que estos puedan salir al mercado tienen que pasar antes por varias fases de aprobación. En el caso de la Unión Europea, la aprobación de un medicamento tiene que obtener primero la opinión positiva del Comité de Medicamentos de Uso Humano (CHMP), organismo perteneciente a la Agencia Europea del Medicamento (EMA).
En este punto de recomendación del CHMP, es en el que se encuentra el medicamento de Janssen: rilpivirina inyectable de liberación prolongada en combinación con cabotegravir inyectable de liberación prolongada. El cambio que aporta este nuevo hallazgo es la reducción de los días de tratamiento, pasando de los 365 actuales (ya que los pacientes se suministran dosis diarias) a los 12 o 6 días anuales (inyectándolo una vez al mes o cada dos meses).
A través de los ensayos pivotales fase 3 ATLAS y FLAIR, realizados durante un periodo de 48 semanas y que incluyeron a más de 1.100 participantes de 16 países, se ha demostrado que la inyección de la combinación de estos dos medicamentos una vez al mes es tan eficaz como continuar usando los regímenes antirretrovirales orales diarios.
El vicepresidente de Johnson & Johnson ha declarado que este es un avance muy importante en la lucha contra esta enfermedad y ha destacado que su aprobación supondría una mejora en la calidad de vida de las personas con esta afección ya que no necesitarían la terapia diaria a la que están acostumbrados. Sería, por tanto, el primer régimen de tratamiento inyectable de liberación prolongada administrado para pacientes de VIH-1 que llega tan lejos en la Unión Europea.
La opinión positiva del CHMP, por tanto, acerca un poco más una nueva solución a las personas que tienen VIH. Aun así, solo los pacientes adultos, virológicamente suprimidos (ARN del VIH-1, por debajo de 50 copias/ml), que están recibiendo un régimen antirretroviral estable sin evidencia de resistencias y que no han presentado fracaso virológico previo a agentes de las clases de ITINN y de INI son los que podrían recibir esta coadministración de rilpivirina y cabotegravir inyectables.