¿Vives o trabajas en un entorno que favorece la obesidad?

La filial española de la red de expertos en obesidad OPEN te da las claves para identificar entornos obesogénicos y consejos para paliar sus posibles efectos sobre la salud

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Vivir o trabajar en lugares que favorecen la obesidad, denominados “entornos obesogénicos”, conlleva el riesgo de desarrollar esta enfermedad, reconocida como tal por la Organización Mundial de la Salud. En los países occidentales, tales entornos se unen a hábitos de vida sedentarios, dietas poco saludables y un gran porcentaje de la población laboral dedicada al sector servicios, lo que suele implicar que los trabajadores pasen sentados y delante de pantallas toda o la mayor parte de su jornada.

¿Cómo identificar si vives o trabajas en un entorno obesogénico?

Los expertos de OPEN España han identificado los cuatro factores principales que incrementan el riesgo de sobrepeso u obesidad tanto en el hogar como en el centro de trabajo.

¿Cómo reducir el riesgo de sobrepeso y obesidad?

Como recomendaciones para contrarrestar los factores principales que incrementan el riesgo de sobrepeso u obesidad tanto en el hogar como en el centro de trabajo, los expertos de OPEN identifican cinco principales:

  • Hacer traslados andando o en trasporte público.
  • Subir siempre las escaleras andando y no utilizar el ascensor salvo que sea imprescindible.
  • Aprender a cocinar utilizando comida saludable y evitar procesados, bebidas, dulces y alcohol.
  • No comprar y almacenar, en exceso, alimentos muy calóricos
  • Dormir 7-8 horas evitando ruido y contaminación lumínica y, sobre todo, la luz de las pantallas.

Al respecto, la Dra. Susana Monereo, miembro de OPEN España y responsable de la Unidad de Obesidad, Metabólico y Endocrino del Hospital Ruber Internacional de Madrid, comenta que, “dado el impacto que tiene la obesidad en nuestro Sistema Nacional de Salud, hemos de ser conscientes de la importancia de identificar las barreras y desafíos actuales en el abordaje efectivo de la misma y colaborar para encontrar soluciones, siquiera con pautas tan básicas como estas. En este sentido, el ambiente donde vive la población puede contribuir al desarrollo de la obesidad cuando favorece, obstaculiza o impide la alimentación saludable y la actividad física. Por tanto, es fundamental tomar medidas que ayuden a cambiar, prevenir o evitar estos ambientes, contribuyendo a reducir la prevalencia de sobrepeso y obesidad”.

Por su parte, Federico Luis Moya, miembro de OPEN España y director ejecutivo de la Asociación Bariátrica Híspalis Nacional, Asociación de pacientes bariátricos y obesidad (ABH), incide en que “un ambiente obesogénico puede estar condicionado por la suma de varios factores como la disponibilidad y el consumo de comida rápida, de alimentos ultraprocesados y de bebidas azucaradas, alta exposición a publicidad de este tipo de alimentación en medios de comunicación y redes sociales, sedentarismo, etc.».

Como explica Federico, «el problema es que muchas veces no somos conscientes de ello y nos dejamos llevar. De hecho, un elevado porcentaje de personas con obesidad no se reconocen como tales y, a lo sumo, creen tener algunos kilos de más y perciben lo que les pasa como algo de andar por casa. Sin embargo, la obesidad es una enfermedad crónica, tal y como reconoce la OMS”.

Ambos expertos coindicen en que “transformar ambientes obesogénicos en ambientes saludables debe ser un compromiso de todos. Hay que fomentar la actividad física y la alimentación saludable para que esta enfermedad deje de ser, entre otras cosas, una de las más prevalentes e infravaloradas”.

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