Como en el resto de nuestro cuerpo, las mujeres podemos desarrollar distintos tipos de infecciones en la vagina. Éstas pueden llegar a ser muy molestas y dolorosas por lo que en caso de molestia debemos acudir rápidamente al especialista para que nos examine y valore la necesidad de tratar la infección con antihistamínicos o simplemente con una higiene especial. Una detección a tiempo y el tratamiento oportuno ayudan a reducir sus síntomas y mitigarlas lo antes posible.
Las causas de la infección pueden ser de diversa índole. Aunque habitualmente de pueden producir por contacto sexual y son más habituales en mujeres en edad reproductiva, también pueden venir derivadas de otras situaciones como el uso de un baño público, utilizar una toalla sucia o no mantener una buena higiene íntima, entre otros motivos. También los cambios hormonales pueden propiciar su desarrollo por lo que durante el embarazo y la menopausia hay más posibilidades de padecerlas.
Por eso, seguir una serie de recomendaciones puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar una infección vaginal.
Recomendaciones generales para prevenir las infecciones vaginales
Existen una serie de rutinas que ayudan a mantener la vagina en condiciones óptimas y, así, intentar evitar la aparición de este tipo de infecciones. La primera es el uso de ropa interior de algodón que mantiene la zona más seca y protegida. Este tipo de tejido ayuda a absorber mejor la humedad, uno de los factores desencadenantes de la infección vaginal.
Otra recomendación respecto a la indumentaria es no usar ropa muy ajustada ya que se forma un ambiente cálido y húmedo que favorece la formación y proliferación de bacterias y levaduras. Es mejor utilizar ropa suelta o con algún tipo de ventilación.
Por su parte, en verano o si se practican deportes acuáticos, es fundamental no permanecer con el traje de baño puesto durante mucho tiempo ya que la humedad favorece la aparición de hongos (candidiasis vaginal).
En segundo lugar, es primordial mantener una higiene íntima diaria adecuada. Además, hay que hacerlo con un jabón adecuado que respete el pH vaginal. Muy importante también es realizarte el lavado de adelante hacia atrás para evitar trasladar gérmenes. No uses jabones perfumados, desodorantes o productos de esta línea que alteren tu flora vaginal.
Después de realizar la higiene diaria debes secar muy bien tu zona íntima antes de vestirte, ya que la humedad favorece la aparición de hongos.
En este aspecto, se recomienda no realizar duchas vaginales, es decir, no lavar el interior de la misma ya que podemos destruir las bacterias buenas que previenen este tipo de infecciones.
En tercer lugar, si se tiene una vida sexual activa es importante seguir una serie de recomendaciones especiales para evitar la aparición de infecciones. Es recomendable orinar antes y después del sexo, y usar preservativo en caso de actos casuales.
La dieta ayuda a prevenir las infecciones vaginales
Una alimentación sana y equilibrada también ayuda a evitar la aparición de infecciones vaginales. Los especialistas recomiendan consumir dos litros de agua al día, frutas y verduras para ayudar a mantener las vías urinarias limpias.
Existen una serie de alimentos que contribuyen a prevenir esta dolencia: col, espinaca, piña, nabo y hojas de nabo, acelga roja suiza, ajo, rábano, perejil, tallos de remolacha, hojas de dientes de león, brócoli y cítricos.
También es muy recomendable el consumo de yogures naturales ya que contienen ácido láctico, un ingrediente que ayuda a restaurar las bacterias beneficiosas.
Por otro lado, consumir frecuentemente azúcar o alcohol, estar en situación de estrés pueden desencadenar su desarrollo.