A diario, y sin que nos demos apenas cuenta, nuestro corazón late unas 100.000 veces. Unos latidos que impulsan la sangre rica en oxígeno y nutrientes para recorrer todos los órganos y tejidos. Un bombeo realizado por el corazón desde los ventrículos, recibiendo la sangre de vuelta en los atrios a través de las venas y transportándose de nuevo la sangre oxigenada a través de las arterias. Un circuito perfecto cuyo equilibrio puede romperse si no nos preocupamos por mantener sano nuestro corazón.
Pero ¿qué puede ocurrir si ese ritmo del corazón se desajusta? Según la Fundación Española del Corazón (FCE) todo depende de la causa última de ese cambio de ritmo cardíaco. Así, una arritmia o una taquicardia son algunas de las afecciones cardiacas que pueden estar detrás. La pregunta que se plantea es ¿cómo saber si estamos ante palpitaciones o taquicardia? ¿cómo diferenciarlas?
¿Cuáles son las diferencias entre palpitaciones y taquicardia?
Los conceptos de palpitaciones, arritmia y taquicardia tienden a confundirse, pero no hacen referencia a las mismas realidades, aunque pueden estar interrelacionadas. Así, una arritmia es un trastorno del ritmo cardiaco tanto por exceso como por defecto. En el caso de un ritmo cardiaco superior a los 100 latidos por minuto estaríamos ante una taquicardia, mientras que todo ritmo por debajo de los 50 latidos se denomina bradicardia.
Por otra parte, las palpitaciones se consideran uno de los síntomas de la arritmia. Una sensación de latidos fuertes o rápidos en la zona del cuello o del pecho que es normal cuando hacemos ejercicio o estamos en una situación de estrés o nerviosismo, pero no cuando el corazón se acelera sin una causa aparente.
¿Qué es una arritmia y cuáles son sus síntomas y causas?
Como ya hemos apuntado, una arritmia es una alteración “de la secuencia de contracciones y relajaciones del corazón”. Una afección que tiene como principales causas:
- El impulso eléctrico del latido se origina en una zona errónea.
- El impulso no se genera de manera adecuada.
- Las vías o conductos de la conducción eléctrica de ese impulso se encuentran alterados.
Asimismo, y en función de una serie de variables, y según recoge la Sociedad Española de Cardiología (SEC), se puede establecer una clasificación de las arritmias:
- Dependiendo del lugar donde se origine, la arritmia puede supraventricular o ubicada en las aurículas; o ventricular por su ubicación en lo ventrículos.
- Asimismo, también pueden ser crónicas o paroxísticas, esto es, de carácter puntual.
- Y, por último, según la frecuencia cardíaca pueden ser rápidas o taquicardias (por encima de los 100 latidos por minuto) o lentas o bradicardias (por debajo de los 60 latidos por minuto).
Las diferencias entre palpitaciones y arritmia radican en el hecho de que las primeras son uno de los síntomas de una arritmia. Un síntoma al que también acompañan los mareos, el dolor en el tórax, los mareos, fatiga o pérdida de conocimiento. Y aunque podemos experimentar todos estos síntomas, la arritmia también puede aparecer de forma silenciosa y para inadvertida.
Su detección se lleva a cabo mediante un registro de la actividad eléctrica del corazón o Holter, un electrocardiograma, una ergometría o prueba de esfuerzo o una ecocardiografía.
¿Qué es una taquicardia y cuáles son sus tipos?
La taquicardia o ritmo cardiaco superior o igual a los 100 latidos por minuto puede ser normal o fisiológica o patológica.
- Una taquicardia normal puede ser consecuencia de un esfuerzo físico, un estado de nervios o estrés o fiebre. Unas situaciones que lleva a las pulsaciones a esos más de 100 latidos.
- Por su parte, la taquicardia patológica es secundaria a la arritmia y ser uno de los síntomas o consecuencias de esta.