Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las personas con Altas Capacidades Intelectuales (ACI) suelen tener un coeficiente intelectual igual o superior a 130. No obstante, un niño puede tener altas capacidades para un talento único y no llegar al 130 en las pruebas generales para la detección de la ACI.
Algunos padres pueden notar que su hijo parece destacar en ciertas áreas, mostrando un nivel de habilidad o comprensión más allá de su edad cronológica. Estas señales pueden sugerir que el niño posee altas capacidades intelectuales, pero ¿cómo se puede estar seguro?
Detectar las altas capacidades
Reconocer las altas capacidades en un niño es crucial para proporcionarle el apoyo y los recursos adecuados para su desarrollo óptimo. Estos pueden enfrentar desafíos únicos en su educación y desarrollo social si sus necesidades no son identificadas y atendidas. Normalmente tienen gran capacidad de memoria, múltiples intereses, sentido de la justicia, gran imaginación, correcto uso del lenguaje y muy observadores, entre otras.
La doctora en Educación y experta en la atención de la alta capacidad Yolanda López explica en una entrevista para El País que «suelen ser niños que aprenden a hablar, leer o escribir muy tempranamente y casi de manera autodidacta y que presentan buenas capacidades de comunicación, también tienen una rapidez e inagotable deseo de aprender y suelen rechazar las tareas mecánicas y repetitivas”.
Sin intervención adecuada, pueden experimentar aburrimiento en el aula, falta de motivación, problemas de comportamiento e, incluso, bajo rendimiento académico. Además, pueden sentirse incomprendidos o marginados por sus compañeros si no tienen oportunidades para interactuar con otros niños que compartan sus intereses y habilidades.
Cómo identificar las altas capacidades
Según datos más recientes del Ministerio de Educación, en el curso 2021-22 había en España un total de 46.238 alumnos identificados con altas capacidades intelectuales, incluyendo educación infantil, primaria, ESO, bachillerato y FP. Esa cifra representa únicamente el 0,6% de los estudiantes.
Identificar las altas capacidades en un niño puede ser un desafío, ya que no siempre se manifiestan de manera obvia. De hecho, en la investigación El estudio de la alta capacidad intelectual en España: Análisis de la situación actual, de Daniel Hernández Torrano y Marta Gutiérrez Sánchez y publicado en 2014, los autores señalaban que «en muchos casos, los resultados numéricos de test de inteligencia podían llevar a engaño y que la complejidad de la alta capacidad no puede representarse a partir de la medida monolítica del CI».
Por lo que podría ser necesario partir «de una concepción multidimensional de la inteligencia en relación con otras variables personales y ambientales que dan lugar a la manifestación de distintos perfiles intelectuales». No obstante, existen algunas señales comunes que pueden indicar la presencia de altas capacidades intelectuales:
- Rapidez de aprendizaje. Puede aprender nuevas habilidades o conceptos con facilidad, mostrando una comprensión profunda y capacidad para aplicar el conocimiento de manera creativa.
- Intereses intensos y focalizados en áreas específicas, dedicando tiempo y energía a explorar y aprender sobre esos temas en profundidad.
- Pensamiento abstracto. A menudo son capaces de comprender conceptos abstractos y resolver problemas complejos con facilidad, mostrando un pensamiento crítico y creativo.
- Sensibilidad emocional y moral más desarrollada para su edad, demostrando empatía y comprensión de las complejidades del mundo.
- Curiosidad insaciable, haciendo preguntas profundas y mostrando un deseo constante de explorar y descubrir.
Cómo apoyar a un niño con altas capacidades
Una vez identificadas las altas capacidades en un niño es importante proporcionarle el apoyo adecuado para su desarrollo integral. Algunas formas incluyen:
- Oportunidades de aprendizaje enriquecido. Proporcionar actividades y recursos que desafíen y estimulen su intelecto, como programas extracurriculares, clases avanzadas o proyectos de investigación independiente.
- Fomentar la exploración y la creatividad. Permitir al niño seguir sus intereses y explorar conceptos a través de actividades como la lectura, la experimentación científica y el arte.
- Crear un entorno de apoyo compuesta por familiares, educadores y otros adultos, brindándole el estímulo y la orientación necesarios para prosperar. En esta línea, la doctora en Educación Marta Tourón, especialista en altas capacidades y desarrollo del talento señalaba en una entrevista para El País que “el apoyo social jugará un papel crucial en su desarrollo porque le conectará con otros adolescentes que compartan sus intereses y le proporcionará un entorno de apoyo mutuo”.
- Promover el desarrollo social y emocional al proporcionar oportunidades para interactuar con otros niños y adultos que compartan sus intereses y valores.
Al reconocer y apoyar las altas capacidades de un niño, los padres y educadores pueden ayudar a cultivar su talento. Sin embargo, un plan educativo para ellos es difícil de realizar. Por ejemplo, en su educación ordinaria, ampliar las materias exige que el colegio sea flexible en su organización, además de que puede suponer una ruptura de la relación del niño con ACI con su grupo de clase. Lo que los expertos sí tienen claro es que este debe ser un plan que mantenga un equilibrio entre las medidas de adaptación curricular y las necesidades intelectuales y psicoemocionales de cada niño.