La gastroenteritis o también llamada gripe estomacal es una infección del intestino que se manifiesta a través de síntomas como la diarrea, los vómitos y en algunos casos la fiebre. Por lo general, no tiene mayor complicación, sin embargo en algunas personas es preciso prestar especial atención. Como por ejemplo, recién nacidos, personas inmunodeprimidas o personas mayores.
¿Por qué se produce la gastroenteritis?
La gastroenteritis se ocasiona cuando la mucosa del estómago o intestino delgado se inflama debido a la infección provocada por diversas causas. Por lo general y la razón más común, esta infección es debido a la presencia de virus, bacterias o parásitos fundamentalmente.
Las principales formas de transmisión de la gastroenteritis son:
- A través de la ingesta de alimentos o líquidos contaminados .
- Manipulando objetos en los que estén presentes los virus o bacterias y llevándose posteriormente las manos a la nariz, boca y ojos.
- Contacto estrecho con una persona infectada.
- Permanecer mucho tiempo en lugares cerrados y con mucha gente propicia la propagación de los virus, bacterias o parásitos que provocan la gastroenteritis.
Los virus más prevalentes como causa directa son:
- Norovirus. Afecta tanto a niños como adultos. Los espacios cerrados contribuyen a su propagación. Por lo genera, la principal vía de transmisión es a través de alimentos o agua contaminadas. Aunque menos común, pero probable, es el contagio a través del contacto con una persona contagiada.
- Rotavirus. Principalmente afecta a los niños. Especialmente los bebés pueden desarrollar cuadros más graves de gastroenteritis. Los adultos también pueden verse afectados por este virus, pero permanecen asintomáticos, aunque eso no quiere decir que no puedan trasmitir el rotavirus. Pues a pesar de su falta de síntomas, pueden propagar el rotavirus.
También es posible desarrollar gastroenteritis debido a los efectos adversos de diferentes fármacos.
Síntomas principales
Principalmente, esta infección ataca al sistema digestivo, intestinos. Los signos más comunes son:
- Diarrea.
- Dolor abdominal.
- Presencia de náuseas y/o vómitos también.
- Dolor persistente de cabeza.
- Molestia o dolor muscular.
- Cuadros febriles, en su gran mayoría febrícula. En caso de desarrollar fiebre, puede ser indicativo de mayor gravedad.
- Perdida de apetito.
- Cansancio.
- Disminución de peso.
Debido a la naturaleza multifactorial de la gastroenteritis, existe una amplia variabilidad de sintomatología. Pudiendo ser posible presentar varios de ellos en mayor o menor gravedad. La durabilidad también es variable entre uno a 10 días aproximadamente.
Factores de riesgo en la gastroenteritis
Como en cualquier otra patología, existen una serie de condicionantes que pueden agravar la infección. Entre los más comunes encontramos:
- Niños pequeños sobre todo los que acuden a centros educativos. Al estar en contacto con más niños y no tener todavía un sistema inmune desarrollado presentan mayor probabilidad de contraer gastroenteritis.
- Personas mayores, principalmente pluripatológicos que sean más propensos al desarrollo de infecciones por su estado de inmunodepresión.
- Sistema inmunodeprimido como el propio de personas con VIH/SIDA o cáncer.
- Viajar a países exóticos en los que los alimentos o agua estén contaminados.
Prevención, el mejor tratamiento
En relación a la gastroenteritis lo más apropiado es la prevención. Fundamentalmente a través de una higiene adecuada de manos con agua y jabón o geles antisépticos que permitan eliminar cualquier rastro de virus. Algunos virus que ocasionan esta infección cuentan con vacunas especificas como es el caso del rotavirus.
Por otro parte, no compartir utensilios, mantener la distancia con personas infectadas o la desinfección ayudan a prevenir la propagación de la gastroenteritis.
En caso de viajar a países exóticos, se recomienda beber agua embotellada, evitar el consumo de bebidas con hielo o consumir alimentos elaborados con técnicas de preparación poco cocidas o en crudo.
