Mejora los efectos obtenidos con cirugía bariátrica o con dieta hipocalórica estándar en pacientes con sobrepeso u obesidad.
- Este es el primer estudio que evalúa los efectos de esta dieta en una gama tan amplia de biomarcadores inflamatorios y oxidativos.
- Este estudio español, coordinado por CIBERobn, revela cómo la dieta cetogénica muy baja en calorías (VLCKD), actúa como modulador del sistema inmunitario por efecto de los cuerpos cetónicos
- Los resultados obtenidos muestran que la VLCKD se asocia con una mejora del sistema inmune innato y una respuesta antiinflamatoria.
Las intervenciones de pérdida de peso probadas mejoran los biomarcadores de estrés oxidativo e inflamatorio en individuos con sobrepeso y obesidad, con mayores efectos en pacientes tratados con una dieta cetogénica muy baja en calorías (VLCKD, Very-Low-Calorie Ketogenic Diet) que en aquellos que siguen una dieta hipocalórica convencional. dieta o cirugía bariátrica.
Así lo revela un reciente estudio publicado en la revista Clinical Nutrition, coordinado por el CIBER de Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBERobn) del Instituto de Salud Carlos III, que fue realizado en el Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela, comandado por el Profesor Felipe Casanueva y la Doctora Ana Belén Crujeiras, además de la colaboración con el grupo PronoKal.
Después de evaluar cerda de treinta marcadores de inflamatorios (citoquinas) y marcadores de estrés oxidativo en pacientes con sobrepeso y obesidad que siguen una dieta cetogénica muy baja en calorías y en grasas (VLCKD), se ha demostrado que la cetosis nutricional (es decir, el déficit de aporte de carbohidratos, induciendo el catabolismo de las grasas y generando cuerpos cetónicos), combinado con la pérdida de peso inducida por VLCKD mejora aún más la respuesta inmune en pacientes con obesidad en comparación con la cirugía bariátrica o una dieta baja en calorías estándar para perder peso.
«Estos resultados ponen de manifiesto la posible utilidad de esta estrategia nutricional para combatir la obesidad y sus enfermedades asociadas, como el cáncer y las infecciones virales (como la Covid-19), así como para promover un envejecimiento saludable» consolida Ana Belén Crujeiras.
Un estudio innovador
Este estudio, realizado en España, es el primero en analizar exhaustivamente los efectos de VLCKD en varios biomarcadores de inflamatorios y de estrés oxidativo. En concreto, se ha evaluado si la cetosis nutricional inducida por intervenciones de pérdida de peso, modula las condiciones inflamatorias y el estrés oxidativo en comparación con las dietas bajas en calorías y la cirugía bariátrica.
En los experimentos se incluyeron a voluntarios con normopeso, además de reclutar a pacientes con sobrepeso y obesidad.
El estudio confirmó que el exceso de peso aumenta los niveles de citoquinas pro-inflamatorias y disminuye las anti-inflamatorias. Los pacientes que perdieron peso experimentaron cambios diferenciales en los biomarcadores de estrés oxidativo y citoquinas circulantes. Este efecto siempre fue mejor y más pronunciado en los pacientes que recibieron una VLCKD que en los que recibieron una dieta baja en calorías tradicional o se sometieron a cirugía bariátrica.
Estos efectos ocurrían principalmente durante la fase donde se produce una cetosis nutricional. Los cambios producidos tras la VLCKD principalmente se daban en citoquinas como IL-11, IL-12, IL-2, INF-γ, INF-β, Pentraxin-3 o MMP1, las cuales, tras la pérdida de peso con esta intervención, alcanzan niveles similares a los observados en personas con normopeso.
Por ello, los autores sugieren que tras la pérdida de peso mediante la dieta cetogénica, se produzcan respuestas inflamatorias e inmunidad innata.
Efecto sobre el estrés oxidativo
Según destaca la investigadora principal del estudio, «se modulan los niveles circulantes de biomarcadores de estrés oxidativo, con un mayor efecto inducido por la VLCKD, lo que puede atribuirse a la cetosis nutricional dada la correlación entre concentración de cuerpos cetónicos y biomarcadores de estrés oxidativo».
Además, se puede observar cómo el efecto del tratamiento con VLCKD sobre los marcadores de estrés oxidativo fue más pronunciado con la intervención nutricional en la fase aguda, ya que se asoció positivamente con mayores concentraciones de cuerpos cetónicos circulantes. De acuerdo con la investigadora, «podría aumentar la mitohormesis«, es decir, la respuesta que se produce tras un aumento de la actividad mitocondrial, «elevando la capacidad antioxidante, la salud metabólica y la esperanza de vida».
Importantes implicaciones
Este estudio aparece de la correlación obvia entre la obesidad y la inflamación. Como todos sabemos, la obesidad se caracteriza por una inflamación crónica de bajo grado y que el exceso de grasa visceral es una fuente de citoquinas. Como resultado, las personas con obesidad experimentan no solo más inflamación, sino también mayor estrés oxidativo, lo que contribuye a algunas de las comorbilidades asociadas con la obesidad misma.
Ante esta situación fisiopatológica, existía interés clínico en saber si las diferentes intervenciones que han demostrado reducir el peso tienen efectos diferenciales sobre los marcadores inflamatorios y oxidativos, «algo que hasta el momento no se había hecho de forma tan amplia y exhaustiva como lo realizado en este estudio», subraya la Dra. Crujeiras.
Como concluyó el coordinador de la investigación, el Dr. Felipe Casanueva, «las dietas cetogénicas muy bajas en grasas y normoproteicas, como la que se sigue en la metodología PronoKal, permiten no solo una rápida pérdida de peso manteniendo la masa muscular, sino que también ejercen un efecto positivo sobre la inflamación y la resolución de las comorbilidades vinculadas con la obesidad».
En palabras del Dr. Ignacio Sajoux, responsable del Departamento Científico de PronoKal Group, «este estudio pionero demuestra el interés de la compañía por seguir investigando mucho más allá de la propia pérdida de peso desde un punto de vista más tradicional, donde se ponía el foco en la cantidad de kilos perdidos. Ahora, se trata de valorar otros aspectos que no se pueden medir a través de la báscula, pero que sí pueden suponer importantes beneficios para el paciente».
«Se abre un interesante campo de investigación que seguro reportará interesantes conocimientos en el futuro», garantiza el Dr. Casanueva.