La citología es una prueba esencial para detectar lesiones precursoras o cáncer cervical e identificar posibles infecciones causadas por diversos agentes patógenos, como bacterias, hongos o virus, incluido el virus del papiloma humano (VPH), reconocido como una causa principal del cáncer cervical. Este procedimiento, que generalmente se realiza como parte de una revisión ginecológica, es relativamente simple y no invasivo.
¿Cómo se realiza una citología?
En esta prueba médica, el ginecólogo o ginecóloga utiliza un instrumento llamado espéculo para visualizar el cuello uterino y luego emplea un hisopo o cepillo suave para recolectar una muestra de células del área. Estas células se colocan en un portaobjetos de vidrio y se envían al laboratorio para su análisis. El diagnóstico resultante generalmente se obtiene dentro de un período de 2 a 4 semanas.
¿Por qué es tan importante la citología?
La citología desempeña un papel crucial en el diagnóstico temprano de enfermedades, especialmente el cáncer. Permite a los profesionales de la salud detectar células anormales o cancerosas en una etapa temprana, lo que facilita el tratamiento y mejora las perspectivas de recuperación y la calidad de vida del paciente.
¿Cuándo es recomendable realizar una citología?
Según las recomendaciones de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, es importante realizar la primera citología a partir de los 25 años de edad o dentro de los 3 años posteriores al inicio de las relaciones sexuales.
La frecuencia de las citologías puede ser anual, aunque si los resultados son negativos, el intervalo entre ellas puede ampliarse a entre 3 y 5 años. Además, a partir de los 65 años, si los resultados anteriores han sido negativos, es posible que ya no sea necesario continuar con las citologías.
Por otro lado, en pacientes inmunodeprimidos, se recomienda comenzar las citologías a los 21 años, ya que la presencia del virus del papiloma humano (VPH) puede tener efectos más graves en este grupo.
Es esencial seguir las recomendaciones del profesional sanitario con respecto a la realización de citologías, ya que estas pueden variar según la edad, el sexo, los antecedentes médicos y otros factores individuales.